domingo, 20 de mayo de 2012

De Vinilos y Otras Glorias CDXLII

Como hemos cambiado de dirección, recuperamos una banda que salvo por su directo no había visitado nuestro paseo, ¡¡y a fe que es justo que lo haga!! de modo que nos encontramos con...


Thin Lizzy (Jaikbreak) 1976


De entrada decir que hablamos de un mito, seguimos diciendo que hablamos de uno de mis mitos, y por decir algo más que ese mito es lo que su propia leyenda quiera, y eso es algo increíble.
No puedo decir que sea el disco que más me guste de Thin Lizzy, simplemente porque me gustan todos los que están comprendidos hasta esa joya titulada "Live And Dangerous", pero si he elegido esta maravilla que es su sexto álbum simplemente se debe a algunos momentos que me rozan la fibra, sobre todo por cómo conseguí el disco y en la manera en la que entró en mi vida.
A partir del cuarto vinilo con el cambio de formación a cuarteto el grupo comenzó su andadura como una de las bandas más amadas y respetadas del panorama Hard en el universo musical, y con esa formación mítica se marcaron en el año 76 este "Jailbreak", una auténtica maravilla de Rock duro con un conjunto de temas que son parte integral de la historia del grupo irlandés, una de las grandes historias que el Rock ha dado en la década de los setenta.
Como ya era habitual, la voz de Phil Lynott, además de esa capacidad bestial para atacar las cuatro cuerdas, llevaba el peso de los temas que atravesaban el aire, una voz particularísima que nos metía en el conjunto de las canciones, la mayoría creadas por él mismo, y que eran el sello de esta banda.
Voz especial, una simbiosis pocas veces vista en esa sección rítmica que se elevaba por encima de cualquier cosa y las dos guitarras que a modo de gemelos inseparables nos deleitaban con dobles punteos, riff poderosos y cambios continuos en los solos que asaltaban cada canal del equipo.
El disco reúne un puñado de canciones que son parte integral de la discografía del grupo, históricos momentos que se reflejaban en sus directos y que sustentaban la leyenda de Thin Lizzy, nueve pedazos de composiciones que formaban un disco espectacular, una obra del más puro Hard y de un nivel como pocos conseguían en la época.
El combo irlandés se formaba (y ahora al igual que esas delanteras míticas uno va y lo recita de memoria) por el gran Phil Lynott, líder, creador, compositor, bajista y la voz de un grupo memorable, acompañado hasta el final de sus días por ese pedazo de batería llamado Brian Downey, uno de los más grandes pegadores que el Rock haya conocido, tremendo, preciso, técnico y una joya a la hora de marcar los ritmos.
Las guitarras estaban a cargo de Scott Gorham y Brian Robertson, ese dueto que nunca ha sido superado, una compenetración excepcional y dos solistas magistrales a la hora de realizar esa parte del sonido de Thin Lizzy que lo hace tan suyo.
El disco no tiene desperdicio, desde el primer surco destila un poder y sobre todo una clase excepcional, Hard de un nivel estelar hecho por unos músicos muy especiales, con composiciones elegantes, finas y complejas que no tienen parangón en la forma de crearse, por eso son únicos y han sido ellos siempre.
"Running Back" es una cabalgada preciosa que te lleva en volandas, "Romeo And The Lonely Girl" una maravilla de ritmos y cadencia que no puedes parar de degustar, o esas joyas de la corona que son parte de su historia, como "The Boys Are Back In Town", y las tremendas y salvajes "Cowboy Song" (una de mis debilidades) y ese espeluznante duelo de aceros en "Emerald"...
No puedo ser objetivo, amo a Thin Lizzy y su época gloriosa, y este disco me sublima, de modo que si realmente te gusta el Rock, zambúllete en su universo y disfruta como todos los que hemos gozado con su Música y aún lo hacemos.

Side One:  Jailbreak;  Angel from the coast;  Running back;  Romeo And The Lonely Girl;  Warriors
Side Two:  The Boys Are Back In Town;  Fight Or Fall;  Cowboy song;  Emerald


No hay comentarios:

Publicar un comentario