Esa cosa que no sé qué es pero que me ha hecho girar hacia otro lugar en mi mente me permite ampliar emociones y sentir que ahora se pueden acariciar piezas como esta obra y este artista, y no pararé, ahora ya no.
William Ackerman (Passage) 1981
No me siento capaz de expresar con palabras lo que obras como esta, una auténtica joya de la sensibilidad y el gusto exquisito representa para mí, porque me hace sentir que puedo ver a través de los sonidos, y mi alma muchas veces me pide esto.
Cuando los popes iluminados que luchan por ver qué etiquetas ponen a esta o aquella clase de Música decidieron denominar a obras como la que traemos "Nueva Era" quizás ignoraban (seguro que siguen en ello, ignorantes y zafios enfermos de egolatría) que artistas como William Ackerman creaban composiciones sublimes ya en el año 76, donde otras "etiquetas" iban y venían sin mesura.
"Passage" es un disco intemporal, lo he traído por ser mi favorito dentro de la obra que me apasiona de Ackerman, porque creo que esta excepcional muestra de sentimientos engloba todo lo que su capacidad creativa ha llevado a hacerle uno de los músicos que se atrevieron a proponer algo cuando no era tan fácil hacerlo.
Estas "Pieces for Guitar" que son acompañadas según qué canciones por otros instrumentos tocados con maestría por amigos suyos, forman un conjunto de sueños convertidos en Música que pueden transportar a cualquier alma sensible a lugares donde sólo la fantasía, tus ganas y la belleza de lo eterno puede llegar, y es que "Passage" es una forma de entender los sonidos a través de los poros de la piel, y cuando es parte de ti mismo no sale nunca.
El único pero a esta pieza de orfebrería es su duración, apenas 34' que saben a muy poco dada la calidad que alberga cada surco, cada espacio, cada momento lleno en el espacio, pero esos minutos son de una belleza tal que es difícil abstraerse de todo lo que no sea maravilloso, sublime, seda.
William Ackerman demuestra su virtuosismo con esas cuerdas de acero de su guitarra que suenan como los ángeles, una manera especial y única de llegar hasta las entrañas, una creatividad portentosa de temas hechos con el corazón y la piel, un intérprete único para una Música única.
Junto a él, acompañándole en algunos temas, ya que la mayoría son solos de guitarra, Darol Anger al violín, Robert Hubbard con la english horn, Dan Reiter en el cello y George Winston, otro genio de estos sonidos mágicos, al piano, todos ellos instrumentistas virtuosos y sensacionales intérpretes.
No hay nada que sobre, no hay nada mal, el sonido es excepcional, la capacidad para escuchar cada nota emanada de los surcos portentosa, cada pieza es una obra de arte que va engarzada a la siguiente hasta completar este disco de ensueño que es una joya de proporciones inmensas.
Otra cosa es que esta Música llegue, porque no todo se presenta con la facilidad que uno quiere cuando de sonidos tan especiales hablamos, pero cuando se ama la Música y te penetra hasta las entrañas, magia como la que nos da este "Passage" es algo que te absorbe y lo absorbes sin ninguna dificultad.
Ocho temas que nos llevan por universos extrasensoriales a través de la Música, si no conoces esto, atrévete, puede que no vuelvas nunca, pero donde estés nunca lo pasarás mal.
Side One: Remedios; Processional; The Impending Death Of The Virgin Spirit; Pacific I.
Side Two: The Bricklayer's Beautiful Daughter; Hawk Circle; Anne's Song; Passage.
De nuevo, ¡¡cómo no!! a Goyo, donde esté, que hizo posible que mi mundo fuera creciendo al igual que mi alma gracias a... simplemente Música, nada menos que eso.
Cuando éramos reyes en nuestro espacio de ocho metros cuadrados, Goyo y yo hablábamos sin pausa y sin mesura de los sonidos que nos hacían el amor cada tarde, cada noche, cada madrugada asidos a nuestros sueños. William Ackerman acompañaba sin descanso esos momentos eternos en los que no sobraba nada porque no teníamos apenas nada, salvo nuestras ansias por dejarnos acariciar de estas sensaciones que son parte de mi vida, mi alma y mi persona.
ResponderEliminarSé que nunca volveré a escuchar estos sonidos con él, nunca más llegará a sentir lo que nos hizo únicos, la capacidad para viajar en nuestros sueños en aquellos benditos ocho metros cuadrados de gloria, pero en algún lugar del universo, donde sólo los espíritus libres moran, estoy convencido que de nuevo los acordes de esa guitarra acariciarán su alma, lo sé, lo siento.
Hasta siempre viejo Amigo, espérame allá arriba, en la Tierra de los Sueños, ese lugar que me descubriste y por el que aún paseo cuando la Música me hace el amor como el primer día.
!EN PIE! ENTRA..... WILLIAM ACKERMAN.
ResponderEliminarAhora soy yo la que no encuentro las palabras.
UN MONTÓN DE BESOS.
Es lo que tiene creer en la magia, querida NUA, que de vez en cuando tu mente deja que el alma decida. Besos,
ResponderEliminarWilliam Ackerman es el amigo que acompaña muchos sueños. Sentirlo de fondo tras las palabras de un queridisimo amigo haciendo posible uno de sus sueños más maravillosos y con el que yo, en particular, he despertado al mundo de los sonidos, que estaba adormecido, es un sueño, nunca será un íncubo.
ResponderEliminarGracias a Kayser Soze y a Agilulfo, que me han dado mucho más de lo que imaginan.
Muchos besos.
No comento nada del disco porque con escucharlo se explica él solo.
Hasta el próximo.
Ciao
Gracias por esa hemorragia de emociones, Clara. Es evidente que con tus palabras queda todo dicho. Ciao.
ResponderEliminarPaso por dejarte un dulce abrazo y mil besos..
ResponderEliminarque tenga una oche piena de dulce sueños...
Will Ackerman supone para mi la excelencia Musical con mayúsculas, la máxima expresión de sensibilidad a la hora de hacer vibrar las cuerdas de una guitarra y a la vez como no, el alma de los que amamos esos sonidos.
ResponderEliminarEntiendo Agilulfo tus sentimientos, y ese recuerdo emocionante por haber compartido con alguien que fue especial, la magia y el amor por estos sonidos. Estoy segura que la Música sigue viva en su Alma.
Besos.
Gracias, Luna, te deseo dulces sueños y buenas sensaciones de manos de los sonidos. Besos,
ResponderEliminarJANE, vive y siéntelo. Besos,
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