No nos engañemos, ser un maestro del desastre... emocional, no es fácil, o al menos no lo parece, pero algunos nos empeñamos en hacer un arte de ello.
Para todos, absolutamente todos, los que lo somos sin quererlo, deseándolo y buscando esos momentos en lo que todo puede estallar, una maravillosa alegoría de todo, y sin saberlo... o queriéndolo.
Nos Queremos ¡¡¡Qué Redieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeez!!!
P.D-: Me encanta el bajista. Tocando el instrumento como un violín y ajeno a lo que ahora se estila como imagen de """"lo que debe ser""""
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