sábado, 21 de julio de 2018

De Vinilos y Otras Glorias MMXIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Happy End (Happy End) 1970


Eso es lo que quisiéramos muchos, o al menos el que suscribe en ciertas facetas de mi vida, un "Happy End" como el que proponen desde su propio nombre los componentes de este grupo japonés de Rock ácido y rasgador, aunque para algunos también hacen una suerte de Folk progresivo.
Al margen de etiquetas, que son lo que son y no llevan más allá, el grupo es uno de los más personales nombres de la escena japonesa de la época, sobre todo (y no es baladí el hecho) porque sus letras están escritas en japonés y cantadas en la lengua del país del sol naciente, algo que chocaba bastante en los años en los que se movían, con el intento de apertura y las influencias externas que el Rock provocaba en la Música de los grupos del país.
Poderosos en su concepto de armazón de las canciones, partiendo de una sección rítmica muy bien estructurada y que daba poder al conjunto, las canciones parten de esa premisa para dejarse ir de manera muy consciente hacia el Rock como base guitarrera, con las seis cuerdas en ocasiones llevando los ritmos al más puro y clásico modelo del estilo, y en otras vaciándose en distorsiones que cuando las tratan los grupos de esta parte del mundo se hacen parte de tu piel, sobre todo esa hiriente sensación que te atraviesa.
Este su primer disco es el más logrado, completo en la forma de trabajar las canciones y sobre todo con momentos de cambios que se agradecen para no caer en la monotonía de una Música lineal. En mi opinión, la voz es lo que desentona una vez escuchado el conjunto, porque parece que le falta impacto a la hora de transmitir lo que la Música lleva, de hecho en algunos temas, como la salvaje en contra ritmos "Ayakashi No Dobutsuen" que entra como una fiera herida en lo musical y la voz parece cortarla en seco, aunque se recupere en los espacios en los que la garganta no está para dedicarnos un duelo precioso entre la guitarra y la percusión.
Un disco del buen Rock japonés de los sesenta, no está en la cumbre de algunos mitos y leyendas del país pero sí al nivel de los buenos discos hechos con la personalidad de la Música de este lugar tan particular como maravilloso.
Haruomi Osono bajo, guitarra, voz, teclados. Eiichi Ohtaki voz, guitarra. Shigeru Suzuki guitarra. Takashi Matsumoto batería y percusión.

Side 1:  Haruyo Koi;  Kakurembo;  Shin Shin Shin;  Tobenai Sora;  Kataki;  Ayakashi No Dobutsuen
Side 2:  Juumi Gatso No Ame No Hi;  Ira Ira;  Asa;  Happy End,  Zoku Happppy Eeeend

No hay comentarios:

Publicar un comentario