sábado, 16 de mayo de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCDIII

Seguimos sin pausa por el universo Prog. con un grupo y una obra que se convirtió en lo que no podía pensarse (creo)


Pink Floyd (The Dark Side Of The Moon) 1973


Puede que me equivoque, pero creo sinceramente que nunca nadie, ni siquiera sus creadores, pensaron a la hora de imaginar "The Dark Side Of The Moon" que se convertiría en el suceso que fue, primero en un mundo, el Prog., de tendencia minoritaria y segundo dentro del universo de los sonidos por el impacto comercial y de público que supuso.
Un disco brillante, grande en su concepción y enorme en su interpretación, pero quizás no tan extraordinario e irrepetible como la historia ha decidido que sea, pero cuando hay calidad y la Música se convierte en magia ¡¡quién soy yo para desdecir a la historia!!
Lo que supuso que el conjunto de los temas del disco (buenos todos y de una imaginería exquisita pero no tan memorables como otros del grupo) se convirtiesen en parte de la leyenda musical no fueron en sí mismas las canciones, sino la obra en su conjunto cubierta de una textura sonora en la cual se encuentran inmersas, ese caminar lento pero regular que nunca se pierde entre efectos sonoros y tonos variados de grises que consiguen un collage donde todo encaja, en el que cualquier punto de vista abruma, desde donde se puede apreciar la obra y degustarla sin salirse de la propia creación. 
El disco que históricamente supuso el mayor suceso de la era Prog. parangonando en éxito comercial y de público a creaciones de otros estilos mucho más habituales, rompiendo barreras que parecían impensables en el Prog. y acercando una Música al público que se lanzó a conocerla.
De lo que no se puede dudar (o al menos yo no dudo por lo que siento) es el impresionante, bellísimo y fabuloso trabajo de estudio realizado para la grabación del disco, que trasladado a la época en la que salió parece extraído de otros mundos, consiguiendo un sonido casi prohibido para los sentidos por la perfección en el mismo, algo que engrandece y eleva esta tremenda obra.
El disco supuso un giro en el propio estilo del grupo, consiguiendo otro momento más de leyenda, y aunque no sea en mi opinión la mejor obra de Pink Floyd, es su trabajo más representativo y un grandísimo disco de Prog. clásico, de los que no se pueden dejar de disfrutar.
David Gilmour voz, guitarra, VCS3. Nick Mason percusión y efectos. Richard Wright teclados, voz, VCS3. Roger Waters bajo, voz, VCS3, efectos.

SIDE ONE:  Speak to me;  Breathe;  On the run;  Time;  The great gig in the sky
SIDE TWO:  Money;  Us and them;  Any colour you like;  Brain damage;  Eclipse 

No hay comentarios:

Publicar un comentario