En este mundo en el cual me ha tocado vivir, hay gente que aún, a pesar de los mediocres, infames y desalmados, merece la pena. Tuve la suerte, tengo aún en mi memoria y en mi alma la suerte ,digo bien, de haber sido querido, apreciado e incluso amado en algún momento por personas de una calidad humana envidiable y sin parangón.
Una familia, unos seres humanos excepcionales que viven el desgarro de haber perdido a uno de sus miembros por la macabra suerte del destino, por el juego de azar que es la vida.
A mi Amiga y parte de mi alma Macu, a su familia y a los que en ella fueron capaces de quererme y aceptarme mi más profundo amor en estas horas en las cuales la dama negra les ha arrebatado a un ser querido y recordado por el que suscribe.
La Música, mi Amiga y Amante, que me da todo lo que soy, hoy quiere dar parte de lo que siente por lo que es...
Descansa en paz, Álvaro, que las estrellas te arropen y los sonidos de la Música se hagan uno contigo.
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