sábado, 21 de mayo de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCLXXXIX

Como somos tan volubles, y nos gustan tantas cosas maravillosas (según algunos pocas y muy lineales, será que algunos nombres no entran en esa "línea") buscamos otros conceptos que nos hacen vibrar.


Red Dirt (Red Dirt) 1970


Como diría uno que yo me sé si le pusiera la etiqueta de rigor al disco aún precintado (y que por decirlo me merece todo el respeto y cariño) "Fabuloso Blues Rock".
No sólo no le falta razón, sino que comparto cada una de las tres palabras, porque este "Red Dirt", disco homónimo del grupo que nos visita, es un tremendo cañonazo de Blues Rock con el que te puedes sentir liberado, emocionado, sensible, animado, encendido... pero no indiferente (a menos que busques folclores y demás manifestaciones del más rancio abolengo pasado, presente e intemporal) 
Cada momento del disco es una huida hacia el más allá, sobre todo si estás muy por acá, porque los temas te llevan de viaje con cada nota, cada riff que te atraviesa el alma, cada golpe de la sección rítmica pateándote el culo. Bestial el planteamiento vocal, una desgarradora garganta que te atrapa y te sujeta por el cuello para que no te muevas, cuando palabra tras palabra, estrofas y estribillos cuenta y canta lo que es el Blues más auténtico, sea eléctrico, clásico con las guitarras de acero impregnando tu piel o del que surge de lo más oscuro del alma humana.
Las guitarras acompañan a la voz en los instantes que deben ser como el manto que la cubre para que nos deleite, y de pronto, sin esperar nada, arrancan con la maravillosa sintonía que ésta Música entrega, con el ritmo del Blues derramándose en cada nota y sintiéndolo cuando te acaricia, te besa y te posee. Magistrales los espacios entregados a la steel guitar, paseo por los sueños del pasado y de tantos orígenes maravillosos, y demenciales los riff taladrados a golpe de acero que se te clavan en la piel.
Un disco para disfrutar paladeando el buen Blues Rock, enviado a nuestras entrañas por un grupo del más puro estilo, una obra hecha con clase, calidad y que se lleva puesta a poco que te llenes las tripas con el alimento que los dioses nos dan de vez en cuando, la Música de calidad y su magia.
No lo olvides, las sensaciones te las pueden provocar, pero sentirlas una vez recibidas y dejarlas para siempre sólo es cosa de cada uno, y en eso...
Steve Jackson batería. Ken Giles bajo. Dave Richardson steel guitar, piano, órgano, armónica y voz. Steve Howden guitarra, piano, voz y bajo.

Side One:  Memories;  Death Letter;  Problems;  Song for Pauline;  Ten seconds to go;  In the morning;  Maybe I'm right
Side Two:  Summer madness laced with newbald gold;  Death of a dream;  Gimme a shot;  Brain worker;  I've been down so long


2 comentarios:

  1. El ritmo se te mete al instante, a golpe de latido y rasgando lo que encuentra a su paso, todo un placer de sonidos y vibraciones.
    Besos.

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    1. Cuando el Blues quiere estremecerte, mejor momentos como este, porque no puedes escapar.
      Besos

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