domingo, 15 de noviembre de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MDLX

Volvemos a encontrarnos con esos sueños de vinilo que nos hacen ser lo que casi nadie quiere y nunca encuentran.


The Norman Haines Band (Den Of Iniquity) 1971


Como en tantas ocasiones, talento no falta. Como en tantas ocasiones, todo está preparado para estallar y llevarnos al paraíso. Como en tantas ocasiones, la muestra es más que un botón pero no llega al traje, porque la miel se resbala por los labios esperando que siga, y siga, y siga... por las décadas de las décadas.
Y es que al escuchar "Den Of Iniquity", este monumental trabajo de The Norman Haines Band, uno se queda con las ganas de todo lo que nos va a llover tras saborearlo y saber que hay mucho escondido para disfrutar de la buena Música.
Pero como en tantas ocasiones no fue así, y nos relamemos de gusto con este tremendo trabajo parido desde el talento y transformado en Música de bellísima factura y clase. Norman Haines tiene la habilidad de rodearse de músicos que conocen su oficio (y muy bien, por cierto) y junto a la capacidad compositiva que demuestran, abrasan los sentidos con un disco que es una demostración de clarividencia dentro del Rock, con paseos por la Psycho y el Prog. descarado, pero dentro de ese impacto que producen las composiciones cuando la guitarra, maltratada por Neil Clarke, atraviesa la piel sin previo aviso.
Para muestra podría valer la suite inmensa llamada "Rabbits", concebida por el propio Clarke y llevada al extremo de los placeres con esa guitarra absorbiéndolo todo, o el momento entre espacial y terrenal de "Life Is So Unkind" dedicado por Haines a su virtuosismo en los teclados, y así sabríamos por donde va el disco y los pilares de la banda, pero no se puede desdeñar la capacidad instrumental de Andy Hughes en el bajo y la acústica (con la que nos da una pequeña demostración de sensibilidad en "Bourgeois") y la batería de Jimmy Skidmore, porque todo hace que el disco se sienta como una enorme emoción y un trallazo que no deja de penetrarte.
Disco de talento nada contenido, de composiciones para disfrutar de todo lo que el Rock entrega, una brutal manera de sentir que la buena Música nunca va reñida con la capacidad para hacerla sentir cuando se lleva en vena.

SIDE ONE:  Den of iniquity;  Finding my way home;  Everything you see;  When I came down;  Bourgeois
SIDE TWO:  Rabbits;  Life Is so unkind


5 comentarios:

  1. El delirio vino con la música y se quedó en ella... cuando escuchas cosas como esta, algo especial asalta los sentimientos y te conquista para siempre.
    Maravilloso.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces, hacer de los sentimientos momentos para escuchar Música, llevan a cosas como esta.
      Besos

      Eliminar
    2. A veces, hacer de los sentimientos momentos para escuchar Música, llevan a cosas como esta.
      Besos

      Eliminar
  2. A veces me soprendo a mi misma cuando, me veo a ciertas horas de la noche, escuchando un disco de este calibre sin el menor reparo y con todo el descaro del mundo. ¡Es que yo soy así de chula!
    Felices sueños. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ser chula no es malo cuando se trata de escuchar Música, ayuda a abrir la mente y no todos lo hacen.
      Besos

      Eliminar