lunes, 24 de junio de 2024

 



Me gustaría hacer Música. Sentir que puedo crear esa mágica sensación que se mete en mis venas y fluye por todo mi cuerpo. Me gustaría, sí, porque en la Música derramo mi esencia, y son los momentos en los cuales puedo sentir que estoy, sea conmigo mismo o ese amor que llena mi mente cada instante.

Déjame tocar tu piel como el instrumento del que surge la melodía que me hace soñar cada noche. Es así como podría ver que cada nota, cada sonido es parte de lo que somos y evitar esos momentos en los que me siento perdido envuelta en la niebla de las sábanas frías, momentos en los que no estás.

Me gustaría tener el privilegio de poder hacer Música, para elevarme por encima de lo mundano y acariciar cada lugar prohibido desde donde ella se entrega y me hace temblar, a través de los sentidos que esperan tenerte. Porque en esos momentos la tibieza de tu cuerpo me transporta a ese lugar que sólo tú y yo conocemos, rodeados de lo mágico, lo eterno, las obras que desprenden emociones cuando rompen el silencio a través de nuestros sentidos.

Déjame acercar los labios para provocar el sonido de tu garganta al gozar amándote, como ocurre cuando escucho la poesía de las letras de una canción envuelta en los instrumentos que la acarician, la rodean, mientras lanza el mensaje que todos queremos recibir; la letra que se escribe cuando la canción deseada se convierte en la banda sonora de los sueños.

Hay momentos de euforia contenida mientras escucho un tema de los que han marcado a fuego cada instante de mi vida, momentos en los que cierro los ojos mientras me poseen las miles de notas y pienso en esos instantes de gloria tras hacer el amor contigo, momentos en los que gritaría al mundo mi deseo para que supiera que no necesito nada que no seas tú.

Me gustaría hacer Música, para escudriñar a través de ella lo más profundo de tu alma, para no sentir la frustración de no poder llegar a ti para aliviar esa pena que en ocasiones nos posee, y que tantas veces hemos vencido juntos, abrazados moviendo nuestros cuerpos al son de lo que ella nos propone, nuestra amiga, amante, la esencia que puede hacernos revivir y volver a sentir que nos comemos el mundo.

Me gustaría hacer Música, porque serían mis momentos dedicados a ti.  


¡¡¡Explicar la Música es como explicar el silencio!!!

domingo, 23 de junio de 2024



El momento sublime en el cual dejas de soñar y poco a poco te despiertas cuando no tienes prisa para nada que no sea enfrentarte al nuevo día, me llegó en uno de esos instantes en los que mi mente dejaba atrás los sueños imposibles en una noche calmada, relajada y tranquila.

Echaba de menos esa sensación, estar sin nada que esperar hasta que el amanecer me llamara, y por fin, tras demasiado tiempo de conflictos con las necesidades y obligaciones, había podido tomarme a mí mismo para ser.

El sol penetraba majestuoso por la ventana, provocando una luminosidad excepcional, haciendo que cada rincón de la habitación cobrara vida con el juego de luces al que ayudaba la cortina traviesa, que se movía delante de la ventana, abierta un poco para dejar que el calor de la época en la que nos encontráramos no fuese agobiante.

Bajé a prepararme un café y disfrutar de esos momentos que no tienen precio, cuando todo el tiempo gira alrededor de lo que haces y sabes que no importa lo que dediques a cualquier actividad, y mientras el olor inundaba mis sentidos, sentí la necesidad de que la Música me poseyera desde las primeras horas del día, para hacer que mis entrañas comenzaran a disfrutar con la esencia de lo que soy.

Al ir a disponer el equipo de Música para llenarme de gloria, un sonido perfectamente reconocible llegó a mis oídos, una pieza sublime que me envolvió como un amante que te toma para hacerte el amor desde lo más profundo.

Busqué alrededor de donde estaba pero no había nada que sugiriera que algún aparato de Música estuviera puesto, de modo que tras llenar la taza con el café recién hecho y acercarlo a mi nariz para que me inundara, comencé a pasear por la casa buscando el lugar desde el cual la Música me llamaba.

Recorrí cada rincón sin encontrar nada, pero los sonidos majestuosos de una obra única, mítica, que fue el comienzo de una aventura irrepetible de un grupo a su vez irrepetible, seguían acariciándome y llamándome para encontrarlos y disfrutar de ellos. 

Abrí la puerta y me dirigí al jardín, desde donde los sonidos parecían tender una especie de puente para llegar hasta ellos, y tras un sorbo largo y cálido de café, me acerqué hacia el viejo pozo que todavía abastecía de agua a la casa, a través del pequeño y estrecho camino de piedras de poco más de veinte metros rodeado del verde iluminado y precioso del césped.

Era maravilloso, genial, la Música me llamaba y mi cuerpo iba hacia ella como flotando, sin prisas, con mi alma deseosa pero calmada por las miles de sensaciones que me inundaban, y cuando llegué al borde del pozo, apoyado sobre la piedra y bebiendo el café que me parecía parte de todo lo que acontecía, sentí cómo la Música me hizo parte del mundo.

Asomado sobre la piedra, percibí de manera clara un halo que brillaba sin pausa, compuesto por cada nota de la obra que cada vez se escuchaba más y más, y subiendo hacia donde me encontraba, fue rodeándome y haciéndome parte de ella, de manera que mi piel y todos mis sentidos se iban fundiendo con aquella mágica sensación de ser parte de todo lo creado.

La guitarra acariciaba mi cuerpo, la sección rítmica me hacía elevar sobre el suelo, la tremenda flauta resonaba en cada rincón de mis entrañas, y los teclados me elevaban sobre el cielo llevándome en volandas hacia un lugar en el cual entraba para seguir disfrutando de lo eterno, lo mágico, lo sublime... la Música.

La puerta de la casa se abrió para que todo su interior se inundara de lo que llenaba el aire, el halo brillante con sus notas marcadas a fuego se desparramó en cada rincón, y mi cuerpo fue posado dulcemente en la silla donde habitualmente escuchaba esa Música que me hace ser, dejándome beber el néctar de esos sonidos que son parte de lo que realmente soy.


¡¡¡Explicar la Música es como explicar el silencio!!!

 

domingo, 16 de junio de 2024



El viejo pub continuaba en su sitio, con ese extraño equilibrio en su disposición que le hacía parecer el final de todo y el principio de la nada, casi suspendido sobre la rampa que daba acceso directamente al río.

Era un misterio, de hecho lo había sido siempre, cómo había podido aguantar las embestidas del tiempo y los fenómenos del invierno sin desmoronarse ni hacernos volar en cualquier noche de tormenta, pero seguía ahí, con sus enormes vigas de madera en el exterior que se adentraban de manera violenta hacia la roca.

Hacía mucho tiempo que no lo visitaba, de hecho hacía mucho tiempo que no dejaba caer mis huesos por la ciudad, pero no podía dejar pasar la oportunidad de volver al último lugar donde estuve antes de colocarme la mochila para irme buscando... no sé qué. Ahora seguía buscando, pero esta vez era un lugar donde dejar que los viejos recuerdos me abrazaran de nuevo mientras degustaba una cerveza que recorriera mis entrañas. 

Empujé la puerta y el eterno olor a madera del "Black Hole" me llenó de nuevo, así como la penumbra en la que se encontraba sumido el espacio donde la gente disfrutaba de cervezas, buena Música y sus sueños. Esperé unos segundos para que mis ojos se acostumbraran a la falta de luz, pero cuando todo en mi cerebro se hizo claro, me encontré de nuevo en el túnel del tiempo, con el jolgorio de miles de conversaciones entrelazadas, la voz del viejo Jim escuchándose detrás de la barra y ¡cómo no! el sonido de viejos clásicos saliendo por el equipo de Música que volvía a acariciar mis oídos con lo eterno.

En un pequeño rincón, con una mesa de forma circular para dos personas, me senté a la espera de lo que deseaba tanto mi garganta como mi alma, y a los pocos minutos una joven, libreta en mano me preguntó qué deseaba. Tras pedir la bebida le solicité que entregara una pequeña nota al camarero, y desapareció entre los cuerpos que se mecían o hablaban en los espacios donde solo se podía estar de pie.

El equipo de Música estaba dispuesto de manera perfecta, de modo que la Música se escuchaba nítida y pura a pesar del ruido en el pub, algo en lo que Jim siempre estuvo al tanto, como buen amante de los sonidos. Sonaba "Wish you were here", esa eternidad hecha sonidos sobre la perdida y el desarraigo, y me lo tomé como una bienvenida de lujo, con la ironía que podía esperar del destino y, por qué no, del lugar y el personaje que lo regentaba.

Extrañamente, siendo el tema que era, la canción fue bajando lentamente, poco a poco, para entrelazarse sin pausa con algo que me hizo hervir las venas y sacar de mi interior todo lo acumulado en años de ausencia. La impagable guitarra de un genio comenzó a desprender las notas de algo sublime, único, eterno, mientras el piano envolvía el arpegio mágico que llegaba a mis oídos. "Sad and deep as you" salía de la nada para llevarme al infinito, y justo cuando la voz de Dave Mason atacaba la primera estrofa, una jarra de cerveza helada fue colocada con mimo sobre la mesa mientras la voz de Jim provocaba que mi piel se erizara.

Un abrazo sincero, eterno, de los que nos dábamos cuando éramos uno contra la vida, nos unió al son de la Música, y en ese momento todo el entorno desapareció, encontrándonos de nuevo mi Amigo y yo solos en nuestros sueños.

Pasaron momentos de lágrimas contenidas, los temas que consiguieron tantos años atrás que nos hiciéramos hombres cuando la Música nos atravesaba como un cuchillo el alma seguían sonando y las miradas nos llevaban a cualquier lugar donde fuimos héroes, a nuestra manera, pero héroes de nuestros deseos.

Horas después estábamos solos en el "Black Hole" apurando la enésima cerveza juntos y mirando a través de nuestras mentes. "The Passenger" nos hacia ser testigos del mundo, observando mientras hablábamos de todo, y la joven que había dejado la libreta en el mostrador, apareció con una vieja guitarra y unos instrumentos de percusión.

Me parecía que realmente, ahora sí, el tiempo se había detenido alguna década atrás, y sujetando la guitarra entre mis manos intenté hacer que la gloria volviese a romper el silencio. Jim marcaba con la percusión un ritmo mágico, rodeando los tres cuerpos sentados alrededor de la mesa, la chica acariciaba levemente con sus dedos la madera de la mesa, y dejándome llevar comencé a sentir cómo las cuerdas de acero de la vieja acústica emanaban su mensaje de vida.

"A veces, al mirar tus ojos, puedo ver mi alma..." y así fuimos pasando la noche, con los instantes de recuerdos atravesando las canciones, viviendo de nuevo la Magia de nuestra Música, desapareciendo por la ventana del "Black Hole" hacia las estrellas.


¡¡Explicar la Música es como explicar el silencio!!

sábado, 8 de junio de 2024



Siempre me sorprendo con los sueños, pero cuando un sueño supera la realidad, me parece que todo mi mundo puede hacer... lo que siento cuando me apetece.

Paseaba por la playa, con las notas de mis maravillosos mitos acariciándome los oídos, esos momentos en los que te pierdes para ser tú, con lo tuyo y lo que te llena el alma, y me encontré con una imagen que me llamó la atención.

No es que me resulte extraño que alguien tome el sol en una playa, obviamente es una situación de lo más lógica y además plausible, a pesar de ser un lugar poco frecuentado y conocido solo por los que sabemos que escondida en una cala entre dunas poca gente va a saber de ella.

Un cuerpo se encontraba tumbado, a unos cuatro metros del agua que amenazaba con acariciarle los pies, desnudo y con el Astro Rey paseando libremente por su piel, pero un detalle llamó mi atención porque parecía que desentonaba en todo lo mundano de la escena, en esa pintura que tantas veces te haces cuando sales a disfrutar de lo que es perderte con tu Música, tus ídolos y la naturaleza por encima, muy por encima, de ti.

Acercándome sin apenas hacerme sentir (debo decir que el cuerpo del ser humano que se encontraba en el lugar no hubiera sentido jamás mi presencia) me di cuenta de un detalle que no me hubiera imaginado ni por mucha (y la tengo) imaginación que le hubiera echado al asunto.

En su pecho descansaba un precioso círculo de negro vinilo, que intuí que el mismo ser que tomaba el sol había dejado a conciencia para estar unido a su piel. Dando por hecho que los rayos del sol apretaban y mucho, cuando la mágica experiencia de "Something" atravesaba mi mente, imaginé que el calor, junto al material de lo que están hechos estos maravillosos dadores de placer sensorial, tendrían a no mucho tardar un efecto físico (en lo mental ya estaba yo puesto como un salvaje lanzado a por el tesoro encontrado en una selva perdida en el fin del mundo) sobre el pecho de quien lo sustentaba.

Me senté tranquilo, a pocos metros de la escena, dejando que la Música siguiera acariciándome, llevándome en volandas, y poco a poco fui testigo de una escena que me hizo sentir ajeno a este mundo.

El sol seguía haciendo su trabajo de manera perfecta, el agua se acercaba poco a poco buscando la piel que descansaba en la arena, y el vinilo comenzaba a tomar forma con el lugar que lo sustentaba, un pecho con una respiración lenta, pausada, casi inapreciable, derritiéndose al calor y llenando el "recipiente" que parecía estar esperándole.

Dejé de sorprenderme y seguí disfrutando de la escena. Hace mucho que la Magia de mi Música es capaz de hacerme sentir cosas que no están en este mundo, y en las que me encuentro tan bien que me llevan hasta donde mi mete y mi alma quieren, por eso seguí con las notas en mis sentidos, al calor de un majestuoso Blues arrancado de las entrañas de los ancestros por el gran E.C. embelesado con lo que sucedía ante mis ojos.

El vinilo fue desapareciendo hasta perderse en el interior del cuerpo desnudo, y poco a poco una Música mística, con la Magia de lo eterno, comenzó a salir de cada poro de la piel que lo había asumido, elevándose desde la playa hasta conseguir ese grado de ingravidez que a veces, también yo, siento cuando estoy con ella. Apagué de mis oídos los sonidos que traía desde el inicio del paseo, y me dejé embaucar por lo que llenaba el ambiente, el universo, el sol, la playa y el mar.

Las olas se mecían al son de una guitarra que no paraba de arrancar notas en un solo eterno, el sol se movía según marcaban los golpes de una sección rítmica que parecía enseñarte el camino del infinito, y el cuerpo ingrávido parecía la puerta a un concierto donde todos los que conocíamos esos temas de siempre nos apiñábamos para saborear y sentir... sentirlo todo.

Poco a poco el sol fue cayendo en la línea perfecta que marca el horizonte, el cuerpo se adentró en las olas y se hundió en una visión extrema del placer, y de nuevo las notas de los temas que estaba escuchando volvieron a mis sentidos con el poderoso rasgar de un riff eterno brutalmente atacado por mi querido Joe Walsh para dejarme de nuevo en la realidad en la que me encontraba.


¡¡Explicar la Música es como explicar el silencio!!



domingo, 2 de junio de 2024



Hay ocasiones en las cuales la temperatura no va ni viene. Como decía el otro "ni frío ni calor, sino todo lo contrario". No es el caso cuando escucho esa esencia que llaman Música y que para mí es parte de mi alma.

En esas ocasiones, cuando me sumerjo en lo más profundo de mis sentidos, la temperatura nunca es indiferente; poco a poco, conforme las notas de mágicos temas acarician mis oídos, mi piel, todo lo que soy, ese torrente de emociones que me inunda funciona como un volcán en erupción que no deja de echar el calor que me abrasa desde todo lo positivo que pueda sentir.

No creo que tenga una especie de termómetro que espera hasta que mis entrañas captan los sonidos que rompen el silencio, simplemente (y nada menos por lo que supone) esa experiencia inenarrable que es escuchar Mi Música, Mi Esencia, supone que todo lo que soy se pone al servicio del temblor que toma mi cuerpo y que consigue que me aleje de las inmundicias de todo lo que me rodea.

Ahora me resulta mucho más difícil compartir las experiencias a las que aludo; las horas infinitas en el cuarto de mi casa en Mérida con amigos son parte de un pasado único e irrepetible que ya no volverán. Ahora lo único que me hace conectar con quienes aún creen que no miento cuando hablo de Magia es hablar de lo que ha sido, de lo que puede ser acercarte a los sonidos, descubrir por qué alguien plasma en esos minutos de gloria lo que escribió en un pentagrama para que todo sea el universo más allá de las palabras.

Una luz en esa oscuridad que envuelve cuando menos te lo esperas, un rayo que se cuela a través de los muros que se empeñan en construir para que lo mítico no los traspase, una pequeña ruptura con el frío que quieren hacernos sentir, a través del aliento de la Magia que llega a pesar del silencio.

Busco esos momentos en los que sé que puedo destruir el muro, ahora más que casi nunca pero con esa Magia que puede con todo, porque no es posible detener el alma que cree y que siente, la piel que se excita y estalla por el placer, y quienes no saben de ello, no pueden crear cimientos que no se puedan demoler cuando la Música rompe y calienta el mundo.


¡¡Explicar la Música es como explicar el silencio!!



viernes, 24 de mayo de 2024

46

 



Otro 24 de Mayo que quiero compartir con todos los que me rodean, estos Amigos de Negro Vinilo que me han dado tanto y tantas veces, y los que siendo parte de mi vida saben que son parte también de ellos.

Parece fácil cambiar el número que toca, pero que ahora aparezca ese 46 que es nada menos que el símbolo de que estos maravillosos envoltorios de la Esencia que es Mi Música siguen creyendo en mí y es por eso que si lo he merecido, todo ha valido la pena.

Son esa parte indisoluble de mi vida que desgranan entre las notas lo peor de lo que he sido, y la Maravillosa Vida que a pesar de los pesares me empeñé en retomar y conseguí que se pegara a mi alma. Siempre junto a mí, ofreciéndome esa magia que sólo ellos pueden dar, Mi Música, por lo que he sido y seguiré siendo, porque de ahí ya no me mueve ninguna nube que tenga tintes de "Dana" al uso fuera de tiempo.

Las sensaciones del primer roce del diamante sobre su piel siguen intactas 46 años después, cuando vuelvo a adentrarme en sus envoltorios para sentir lo que en breves instantes se convierte en Magia, y me convierte en un ser fuera de este mundo. 

Aquella frase que sigue en mi memoria grabada a fuego "hijo, no es lo que ven en ti, sino lo que sientan contigo" es lo que sigue haciéndome seguir, con ellos a mi lado, algunos pocos más y los que quedan por venir, con la imagen de quien apostó por mis ilusiones al ver el brillo en mis ojos.

46 Años de Amor, Pasión, Fantasías y Realidades, 46 y todos los que vengan, porque si de pocas estoy seguro en mi vida, es que ya no saldrán de ella y seguirán conmigo hasta que la última nota acaricie mis sentidos. Surcos mágicos que se dejan hacer el amor por los dedos de un soñador impenitente que les ama porque son ese pedazo de carne que nunca me ha faltado.

Dar las gracias se me antoja tan necesario como emocionante, pero no puedo dejar de darlas a todos ellos que siguen rodeándome en mis sueños, a los que creyeron en mí a través de la Música y compartieron conmigo el infinito por el placer de escucharlos, y por supuesto gracias a mi Amor más allá de las palabras, que supo desde el primer día que toda esta locura era parte indivisible de lo que soy.


¡¡¡Long Live Rock And Roll!!! 

La Música, Mi Esencia, Mi Alma.