domingo, 14 de junio de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCDXXXIV

Una experiencia que seguramente pudo ser más de lo que realmente se realizó, o será que se esperaba una barbaridad porque bárbaros eran los que andaban tras ella.


Colosseum (Live) 1971


Probablemente se esperaba más del doble en directo de Colosseum, o será que los seis músicos que formaban el grupo en el instante en el cual se realizó la grabación del disco eran tan brutales y tenían tanta calidad que se les suponía capaz de todo y algo más y por eso las expectativas se quedaron un poco cortas.
Y digo esto no porque este "Live" sea algo inaudible que no se pueda tragar, sino porque muchas críticas del disco van en ese sentido. No es un disco de Prog. propiamente dicho, a pesar de contener temas que se crearon en ese ambiente al final de la década sesentera y principios de los setenta, porque la entrada en la banda de Dave Clempson y Chris Farlowe dotan a esta de un ambiente más Rock que se nota a la hora de atacar los temas, con la guitarra queriendo fulminar a quien pilla por delante y el vocalista a golpe de garganta comiéndoselo todo, micro incluido.
Aún así el disco es una exhibición musical de músicos superdotados que no se andan con chiquitas cuando de desarrollar la Música se refiere, en las cuatro caras nos encontramos seis temas, todos ellos galopadas inmensas que instrumentalmente no hay que reprochar, en mi opinión por esto mismo la voz de Farlowe se queda corta en ocasiones, porque con su registro debería cantar cuarenta minutos por tema, pero con los músicos que lleva la banda eso es imposible. 
No se puede dejar de escuchar los solos de los teclados, especialmente ese "Hammond" que sublima, porque si el que se encarga de ellos es Dave Greenslade pues no hay mucho que decir. Si te arriesgas a contratar un guitarra como Clempson lo menos que va a pasar es que encienda las seis cuerdas y se haga solos hasta aburrirse y si la batería la lleva Jon Hiseman, los tambores van a tronar por todo el disco hasta que se acabe. Que el saxo estalla y se sale, pues es normal, con Dick Heckstall-Smith a los mandos puede pasar hasta que suenen dos al tiempo.
Con una banda así todo se desmanda, los temas se convierten en infinitos y los estilos se difuminan, pero no se puede negar el valor musical que tiene porque está muy bien grabado y para los amantes de recorridos sin final, una gozada tras otra.
Para gustos los colores, en mi opinión si se quiere escuchar buena Música en directo es un regalo para los sentidos, si se espera Colosseum haciendo Prog. a lo grande... creo que fueron por otro lado.

SIDE ONE:  Rope ladder to the moon;  Walking in the park
SIDE TWO:  Skelington
SIDE THREE:  Tanglewood '63;  Encore... stormy monday blues
SIDE FOUR:  Lost Angeles


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