jueves, 24 de marzo de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCXXIX

Artista que no deja indiferente, con una Música personal, a pesar de lo que digan, para quien desee caminar por lo que no está marcado.


Paul Roland (Danse Macabre) 1987


Es más que evidente que cuando alguien quiere ser original dentro de la calidad, va a toparse (y en eso incluyo a los genios, por lo que no debe extrañar en cualquier otro mortal) con críticas frontales de los que sin acoger la idea, que debe haberlos porque no todo tiene que gustar, la atacan porque se sale un poco o un mucho de los cánones establecidos.
Podría decirse que es el caso de Paul Roland, un músico original que realiza una Música tan personal que o gusta, o disgusta, lo cual nunca debería ser un problema, a pesar de los popes, papas, padres y demás añejos carceleros que guardan las tradiciones bajo cadenas.
Uno de los trabajos que más me gustan del autor es este "Danse Macabre", oscura obra de Rock negro como el azabache (sin tener que gritar con la garganta en eco ni micros distorsionados) que nos sumerge en las entrañas de una idea que nos lleva de viaje por lo que nuestra mente, en esos momentos de delirios y pesares, nos puede sugerir.
La voz de Paul Roland nos dirige a esos espacios donde la misericordia no existe, exuberante en las composiciones para ahondar aún más en la herida, con las guitarras paseándose a sus anchas entre riff de acero frío como el hielo chocando con la dulce melodía de las cuerdas de violines, violas y mandolinas que son como la suite que abre las puertas a lo oscuro; unas te empujan, otras te avisan de lo que hay y la Música en su conjunto te absorbe para atraerte sin más.
Composiciones que no escatiman en detalles, mezclas precisas para aumentar ese contraste que tan bien queda en cada tema, una banda que traduce en preciosas melodías todo lo escrito y la sugerente voz de Roland que continúa su letanía, como un predicador al que hay que seguir...
Disco emocional, tan íntimo como uno quiera si te metes en cada nota, cada corte arrancado al silencio, y lo haces parte de ti. Sorprendente en lo que propone, si llega es un hallazgo que no deja indiferente.
Paul Roland voz y guitarra acústica. Andy Young guitarra. Brian Gould teclados. Piers Mortimer viola. Pete Ridley violín, balalaika y mandolina. Brian Hefferman bajo. Matt Vinyl batería.

a:  Witchfinder general;  Madame guillotine;  The great edwardian air raid;  The hanging judge;  Still fall the snow;  Matilda mother
b:  Gabrielle;  Requiem;  Buccaneers;  In the opium den;  Twilight of the gods

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