domingo, 20 de marzo de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCXXIV

No olvidamos los orígenes de muchos de los sonidos que han hecho posible la Música tal y como la conocemos, porque cierto país tiene eso, que en la calidad está la gloria.


The Black Velvet Band (When Justice Game) 1989


Irlanda, Dublín... palabras que nos llenan de magia cuando de Música hablamos, lugares intensos para soñar con las notas atravesando el silencio, y en el caso que nos ocupa, algo más dentro de lo que se pretendía para seguir adelante.
The Black Velvet Band nace de las cenizas de varios grupos, ideado y creado por María Doyle, vocalista y eterna imagen de esos The Commitments que imaginaron una Irlanda de ilusiones musicales y creatividad desde los sueños, y Kieran Kennedy, compositor de todos los temas y voz solista junto a la guitarra acústica que nos acompaña cuando todo se dulcifica y hace íntimo.
El disco que nos visita, su debut en el mundo de la Música, es un collage de Pop Rock y sonidos tradicionales de su tierra, que logra un aceptable resultado siempre desde el punto de vista de lo que pretendían, una obra con un puñado de canciones más que dignas donde plasmar las ideas que tenían de haber mamado durante mucho tiempo todo lo que les rodeaba.
Es evidente que el hecho de que las canciones sean escritas y arregladas por Kieran hace que todas giren alrededor del propio autor, especialmente la forma de cantarlas y hacerlas llegar, ya que la Música que las rodea se acopla perfectamente a su voz, por lo que se convierte en la manera de entenderlas.
A partir de aquí los coros y segunda voz de María Doyle cobran importancia porque es una manera de contrarestar tanto protagonismo, aunque eso influya también en desmerecer un poco las melodías y los ritmos de los propios temas, que a mi entender se quedan un poco cojos de más impacto musical y capacidad para llegar directos a los sentidos.
No por ello deja de ser un disco agradable de escuchar y típico de canciones que no rechinan en ningún momento, pero quizás todo lo dicho le hace ser más una grabación de canciones (algunas como la que le da título se destacan sobremanera sobre el resto) que una obra de conjunto.
Para momentos en los que apetezca escuchar y no sentirse abrumado por nada, que también nos vale según y cómo.
Kieran Kennedy voz, guitarra acústica, armónica y mandolina. María Doyle voz. Shay Fitzgerald bajo. Dave Horner batería y voces.

Side One:  When justice game;  As you go down;  Old man stone;  We galled It;  Walking down river road;  We plough the fields
Side Two:  Strange days;  Let It flow;  Seven more times;  The way that we are;  Domino

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