sábado, 18 de junio de 2016

De Vinilos y Otras Glorias MDCCX

Un poco de irrealidad a través de la Música, amiga y compañera de momentos más allá de lo que vivimos.


J.E.T. (Fede Speranza Carità) 1972


Los genoveses J.E.T. no sé si se sirvieron de lo trascendente en forma de claves religiosas para ahondar en sus propias creencias o de lo contrario el álbum que grabaron es un homenaje a la imaginería que evoca todo lo divino y que sirve (de paso) para proyectar un Prog. tan personal como ecléctico.
Y es que su "Fede Speranza Carità" juega con esos tres conceptos que hacen que la creencia de lo divino sea la base de casi todo, convirtiéndose en una obra casi conceptual por la forma y la parte oral, recitada y vocal del álbum, pero que al mismo tiempo tiene la virtud de estallar en lo musical haciendo que esa línea que es la excusa pueda romperse de vez en cuando hacia donde uno menos se lo espera.
Los teclados te inundan por todos lados, pero ¡¡qué sería de lo divino sin ellos!! sin esa Música que parece surgida de lo más profundo del... ¿infierno? ¿de Dios? puede que les dé lo mismo cuando el primer tema, la brutal canción que da título al disco arranca con esos teclados de semidioses y de pronto te arranca el alma con una guitarra que surge de lo más salvaje del mundo creado por esos dioses de las seis cuerdas que con ellas te ahogan hasta la extenuación. Distorsión, un cáliz que simboliza en la portada lo que se debe beber y apurar hasta el fondo y un Hard Prog. que pocos cultivaban en su país.
No es una historia, es parte de la historia que nos lleva, parte de lo que somos cuando nos sumimos en nosotros mismos a través de la Música; vale cualquier excusa, lo divino, lo mundano, el bajo atacando tus sentidos sin ser lo lógico, una batería que te arrastra hacia el infierno mientras la guitarra sigue distorsionando, arrancando astillas, dejando que se coma algo de espacio el teclado y volviendo a jugársela con el bajo en un duelo que nunca tendrá un vencedor.
En otro lugar, en otro espacio donde la simbología tuviera un fresco pintado en la pared o un libro dedicado, este álbum sería una pequeña joya de la alegoría Prog. al libre pensamiento, mezclando lo humano, lo divino y lo que uno quiera; en Italia se convirtió en lo que yo disfruto al escucharlo, una pequeña obra de culto que pocos supieron engullir.
Carlo Marrale guitarra y voz. Piero Cassano teclados. Aldo Stellita bajo y voz. Pucci Cochis batería.

2 comentarios:

  1. La música muchas veces parece estar por encima de lo humano, traspasando el límite de lo trascendental, esta banda logra que te sientas así, una auténtica gozada.
    Besos.

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    1. Para todos los que creen que la Música es algo simplemente para pasar el rato.
      Besos

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