domingo, 29 de octubre de 2017

Surcos del Siglo XXI - 277

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Earthling Society (Plastic Jesus And The Third Eye Blind) 2006


No puede ponerse límites a la imaginación (bueno, se puede pero normalmente la imaginación se los salta) y si además la Música es el vehículo para ella, podemos llegar al infinito sin ningún tipo de problema.
El siglo XXI quizás no llegue a lo que fue lo más florido y glorioso de la Música contemporánea, pero lo que está quedando claro es que hay músicos que se han puesto la libertad creativa por bandera y retoman esa manera de crear a pesar de todo, especialmente a pesar de las compañías y popes que pretenden que todo esté bien atado.
El oscuro sentimiento que emana de la Música de Earthling Society se plasma en trabajos que son una pura oda a la imaginación y la belleza desde lo más profundo del abismo, y en el disco que nos ocupa, de sugerente título para pasear por donde uno se deje llevar, "Plastic Jesus And The Third Eye Blind", hay que agarrarse fuerte para no caer en la tentación de atravesar esa negrura y no volver, para que la mente sea la que realice el viaje y nos ofrezca todo lo acontecido en él.
Concebido a modo de historia inacabada e inacabable, las suites regadas por partes subyacentes que son a su vez partes de lo que nos cuentan, van desgranando esa épica desde la oscuridad, con los teclados y las guitarras lacerantes provocando un sin fin de sensaciones en este Space Rock en el que se mueven, aderezado sin duda por una amalgama de sonidos que recuerdan a la Psycho más perdida en los suburbios del Underground.
La portada y lo que la acompaña, pura alegoría de lo profano, lo mundano, lo religioso llevado a lo bastardo y el cruce entre utopía y enseñanzas maquiavélicas para perforar las mentes, es un aspecto más que une a la Música esa visión de negro azabache con la que nos hacen ser lo que queramos ser, siempre que nos cuidemos de lo que nunca se nos dice y abrasa.
Voces surgidas del cáliz de la desesperación, trasfondos de guitarras distorsionadas y el machacón ritmo de la sección rítmica aniquilado por el acero destructor y los teclados que señalan la culpabilidad de lo que nos debería llegar.
Una obra que demuestra que los sueños, sean en blanco y negro o de vivencias alucinógenas pueden plasmarse en la Música porque en ella, si se tiene calidad y se sabe, cabe todo lo bueno, aunque duela.
Fred Laird voz, guitarra, órgano y percusión. Jon Blacow batería. David Fyall bajo y voces. Joe Orban teclados.

SIDE A:  Council house mystics;  Kosmik suite nº 1;  Plastic Jesus;  Psychick sunday
SIDE B:  Girls talk;  Kosmik suite nº 2

No hay comentarios:

Publicar un comentario