domingo, 2 de abril de 2017

De Vinilos y Otras Glorias MDCCCLXVIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido.


Rufus Zuphall (Phallobst) 1971


El segundo disco de la banda alemana Rufus Zuphall es otro tratado (al igual que su álbum debut) del Krautrock más clásico, si entendemos como tal una de las variantes en el cual el Hard salvaje y descarnado se pasa por el filtro del Prog. "Made In Germany" haciendo que la Música sea algo dispuesto a machacarte de manera maravillosa.
Partiendo de la base que la técnica instrumental de los músicos es excepcional, y mantienen sin esfuerzo cualquier tema, la única duda en estos casos es saber si las composiciones están al nivel de dicha capacidad para realizar un trabajo que merezca la pena; no hay dudas en el caso que nos ocupa, porque "Phallobst" se mantiene firme en lo que ofrece gracias a los ocho temas de gran Krautrock que lo forman y que se convierten en cabalgadas para llegar hasta donde quieras.
Guitarras que mantienen el ritmo durante todo el disco, dándose en ocasiones algún respiro acústico para coger desprevenido al oyente y volver a reventar la piel con esos riff diabólicos entremezclados con solos de calidad y mucha mala baba.
Y es que Rufus Zuphall no toma prisioneros, aunque nos embauque en según qué casos con la flauta que sugiere que endulza la función a pesar de ritmos endiablados que cortan, siguen, paran en seco y vuelven a estallar, porque detrás de todo eso está el conjunto de un grupo más salvaje de lo que parece y se encarga de demostrarlo.
La marca indeleble de una Música que marcó una zona de la vieja Europa se da cita durante toda la escucha de este "Phallobst", el Krautrock en estado puro, sin concesiones, para que los sentidos estén preparados con una dosis de calidad y puedan sentir lo que significa ser de lo que uno cree.
Para los que creemos que cualquier forma de amar la Música de calidad es válida, una vez más nos vamos de viaje sin billete de retorno, porque sólo en los sueños se encuentra lo que la Música ofrece sin límites, y eso es un privilegio que no se puede desaprovechar.
Günter Krause guitarra, mellotrón, voz. Thomas Kittel guitarra, clavinete. Manfred Spangenberg bajo. Klaus Gülden flauta. Udo Dahmen batería y percusión.

Seite 1:  Closing Time;  Ween schon, denn schon;  Schupfner;  Waste land
Seite 2:  Makröjel;  Prickel Pit;  Portland Town;  I'm on my way


2 comentarios:

  1. Una auténtica preciosidad de sonidos que desembocan hasta el mismísimo límite de lo emocional. Un gustazo de vuelco a los sentidos.
    ¡Muchos besos por el momento de disfrute de esta maravilla!

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  2. Que se aprecie este tipo de Música es lo que hace grande a la gente que prefiere abrir su mente a esperar lo que le dicen. Gracias por seguir...
    Besos

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