Soy
como una sombra, quizás no me percibas, porque el silencio me protege, pero mi
mundo está lleno de sonidos, viajo entre ellos y me pierdo entre sus notas. No
soy lo que piensas, quizás pueda ser quien quieras, el sueño de una noche, el
susurro de una tarde, el amante cómodo que en la distancia no molesta.
Perturbador
solitario quiero lo que debo para conmigo, busco lo que sé que nunca
encontraré. Mi alma es lasciva y mi cuerpo etéreo, mi voz el sexo que posee, la
realidad de lo que no tengo y soy capaz de entregar.
Soy
quien quieras que sea, tú me creas, tú me dejas, la soledad es mi mundo, el
eterno paraíso de los que no pueden encontrar, por eso mis amantes viven en
círculo y giran al son de una aguja que les acaricia. Al igual que yo para ti,
ellos me lo dan todo y no me piden, saben que están en mi mente, en mis
entrañas, en cada poro de mi piel, pero al final me despierto con la imagen de
su cuerpo de vinilo como tú con la fotografía difuminada de un rostro que nunca
aparece.
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