domingo, 18 de julio de 2021

The Passenger


 

Somos anónimos pasajeros de la vida, y no podemos hacer otra cosa que disfrutarla, al menos con maravillosas sensaciones como esta.

Bring It On Home

 



Por aquello de no dejarlo, sigamos disfrutando de lo divino hasta que los humanos hagan de mediocres y nos lo quiten.

75 - 2



Unos “pasos de baile” para entrar en calor, unos momentos íntimos para llevarnos al infinito, unos instantes únicos en los que entrelazábamos nuestras mentes… y ocurría; sentía vibrar la vieja madera de mi “chica” golpeándome el pecho, percibía cada toque de compás de mi maestro seguido de un segundo de éxtasis, escuchaba su voz atravesándome las entrañas, y todas las almas escondidas en nuestros viejos vinilos nos rodeaban en el escenario de nuestros sueños, donde éramos capaces de fundirnos con las estrellas.

Puesto que la música es tu único amigo, danza en fuego como ella decida. La música es tu único amigo, hasta el fin.

El horizonte se presentaba ante nuestros ojos con las siluetas de los pequeños montes que rodeaban el valle. Estábamos a punto de comenzar la prueba de sonido, con los nervios propios de lo que acontece en el antes de… pero algo no encajaba. El mástil de mi querida “Fender” resbalaba suavemente por mis manos, como queriendo indicarme que aquél no era el lugar, y de pronto lo vi claro.

Nunca estuve más seguro de una decisión, y algunas horas después, con una cerveza en la mano y el acero chirriando bajo mis dedos, supe que había acertado. El porche de la casa crujía con el sonido de la madera podrida y el humo de la pipa comenzaba a hacerse denso, espeso como la bruma que cubre los pantanos, cuando lo que parecía una desafinada pieza de metal comenzó a emitir la más grande colección de sonidos con sentimiento que había escuchado nunca.

Me dejé llevar meciéndome al ritmo que me marcaba la vieja mecedora de madera, intentando acompasar las maderas rotas y mi dedo metálico, ocupando los espacios vacíos que dejaba cuando escupía sangre por su garganta, y ralentizando el tiempo para que todo fuese eterno.

Al día siguiente fueron cientos, miles los que nos vieron dar lo que nuestra alma llevaba dentro, pero esa noche infinita, con la luna de testigo y la tenue luz de un viejo candil iluminando nuestros rostros, el viejo músico me enseñó lo que es morir en escena, cuando nadie te escucha y todos te sienten, cuando las lágrimas no pueden soportar tanto derroche de clase.

Mi querida “Fender” me indicó el camino, sus cuerdas de acero me hicieron encontrarle, y mis dedos intentaron decirle adiós de la única manera que sabía, mientras le escuchaba entonar lamentos que salían de su garganta atravesando su armónica.


75 - 1

 


Mirar al frente colapsaba las neuronas, una marea de unas 500.000 almas abarrotaba la llanura que entre montañas formaba el lugar para el concierto. Al mirar hacia atrás nos dimos cuenta de que una gran pantalla con el nombre del grupo surgía de la nada y encendía los ánimos de los espectadores, como si supieran algo que nosotros desconocíamos, y al escuchar el estruendo de la primera ovación un extraño halo de energía nos invadió y supimos que aquella era nuestra noche, sin tener ni la más remota idea de lo que pasaba, sólo dejándonos llevar.

En un lugar y en un tipo de música en el que la guitarra es la diosa, descarné mi preciosa “Les Paul” hasta hacer que sus lamentos llegaran a las almas de todos los asistentes, y en un momento en el que me sentí el amo del universo noté cómo mi instrumento se hacía parte de mí, una prolongación de mi cuerpo y la continuación de la inspiración que surgía de mi alma.

Estuve allí y sin embargo no lo sentí, mi espíritu se hallaba con todos los héroes que durante años habían hecho jirones mi piel desgarrándola con los lamentos de las cuerdas de acero, y sólo podía pensar en homenajearlos con cada nota, cada vibración de mi cuerpo a través del acero y la madera.

Cuando eres parte de la leyenda, aunque sea durante un sueño, sólo depende de ti hacerlo realidad, y en ese momento eres el amo del mundo.

Su voz desgarrada intentaba acoplarse al mágico sonido que emanaba de la guitarra. Mirándole, no sabía en qué momento se derrumbaría, cuándo dejaría de arrancarnos las entrañas con sus acordes y su garganta. El escenario se confundía con su cuerpo, eran uno, porque no podía plantearse la vida de otra manera porque no sabía, porque el aire que respiraba era los gritos de la gente, uno o cientos, que se acercaban a llorar con él, a sentir las emociones que les trasmitía.

Sus dedos doloridos por años de pasearse sobre el acero de su compañera habían encontrado unos amigos con los que compartir sus horas de vigilia, y mis manos parecían querer hacerse una con las suyas. Pero no se puede plagiar la magia, cada alma es una más allá de lo que es en el instante que se entrega.

sábado, 17 de julio de 2021

Poster

 


No Woman, No Cry

 


Poster

 


De Vinilos y Otras Glorias MMCDXI

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Camel (A Live Record) 1974-1977




El directo oficial de Camel nos trae una maravillosa demostración de lo que el grupo era en vivo, una máquina de hacer Música de manera perfecta, porque aunque se les haya achacado muchas cosas que nunca les han situado en lo más alto de los popes del Prog. nadie les puede negar la capacidad como músicos de todos los miembros de la banda, excelsos transmisores en directo de las creaciones de sus discos.

Dicho esto, el doble en directo tiene dos partes muy distintas, con un primer disco que se convierte en un set de temas del año 74 y 77 y un segundo disco que eleva la capacidad musical en directo con el desarrollo de manera completa en el año 75 en el Royal Albert Hall de Londres de su obra "The Snow Goose" maravillosa recreación de una historia en clave de magia, porque todo lo que hacen se convierte en eso, pura magia.

A partir de aquí solo comentar que lo que se siente cuando escuchas a músicos así con temas que son una parte esencial de un estilo, creados para que la mente y la imaginación recreen lo que uno sienta y le sea sugerido; un soplo de aire fresco que te llena, te cubre y te empapa completamente.

Parece increíble como una Música tan compleja, con esa idea de surgir siempre desde la mente hasta lo más profundo, se pueda expresar en directo con la aparente facilidad con la que Camel lo traslada, y es que en ocasiones la sensación de ser un disco de estudio está más que latente.

Para mentes abiertas (de otra manera es imposible apreciar lo que te llega) que creen en la Música de una manera absolutamente infinita, sin límites ni nada que la encorsete, discos como este "A Live Record" son un regalo para gozarla, una manera de expresión tan íntima que la haces tuya con cada nota y a partir de ese momento las entrañas se encargan del resto.

Peter Bardens teclados. Andrew Latimer guitarra, flauta y voz. Andy Ward batería y percusión. Mel Collins saxofón y flauta. Richard Sinclair bajo. Doug Ferguson bajo.


SIDE ONE:  Never let go;  Song within a song;  Lunar sea

SIDE TWO:  Skylines;  Ligging at Louis;  Lady Fantasy

SIDE THREE:  The Snow Goose

SIDE FOUR:  The Snow Goose

De Vinilos y Otras Glorias MMCDX

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Bruce Cockburn (Live) 1989




Cuando un músico cree en la globalidad en el sentido más auténtico del término mucho antes (décadas antes) de que se convirtiera en una palabra que define lo que nos hacen creer y no es, y en función de esa idea recorre con su Música todos los rincones del orbe, te encuentras ante un personaje muy especial, y Bruce Cockburn lo es.

Según el listado de lugares donde tocó en el año 1989, nos vamos a cerca de cien conciertos, repartidos por todos los continentes, y en este directo la Música que nos ofrece este canadiense de lujo es un compendio (lástima de nuevo el formato en vinilo simple) de canciones maravillosas que envían un mensaje que es eso, el todo de los sonidos a través de una garganta y una guitarra que se empeñan en hacer creer que aún era posible y que la Música es simplemente global, porque no puede ni debe conocer límites ni ataduras.

En el directo Cockburn se expresa como el juglar moderno que recita y canta historias para hacer creer, para regar las almas y los corazones con mensajes de esperanza y también (cuando se tercia) críticas a lo que nos hace tan egoístas como la propia esencia del ser humano.

Once canciones que resumen varias décadas de creatividad, con su voz exquisita y portentosa llenándolo todo y las palabras como guía de un concierto que te va llevando por los sueños que este músico recrea; un viaje fascinante de la mano de un iluminado que nunca ha necesitado de grandes masas ni ventas millonarias para ser por derecho propio parte de la historia de la Música y particularmente en su Canadá natal un icono y leyenda de la misma.

Las guitarras, tanto acústicas como eléctricas, en su mano cobran vida y desafían al silencio cuando las cuerdas de acero se unen a la voz para expresarse, y ¡¡de qué manera!! porque Bruce Cockburn es un portento con las seis cuerdas, y en directo esto queda grabado a fuego.

Un disco (corto en su duración pero intenso en lo que entrega) para saborear la maravillosa Música de un genio que siempre ha viajado a su manera y con su manera de creer en los sonidos.


Side 1:  Silver Wheels;  World of wonders;  Rumors of glory;  See how I miss you;  After the rain

Side 2:  Call It democracy;  Wondering where the lions are;  Nicaragua;  Broken wheel;  Stolen land;  Always look on the bright side of life



De Vinilos y Otras Glorias MMCDIX

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Barclay James Harvest (A Concert For The People - Berlín) 1983




Lo que ahora parece lo más normal, en el año 1983 no lo era tanto. Tocar en según qué países de Europa, con el "Telón de Acero" aún vigente se antojaba complicado para los grupos occidentales.

Barclay James Harvest fue de los primeros en saltar esas barrera que condicionaban la Música y por ende la cultura en el viejo continente, y este disco, concebido y llevado a cabo en plena explanada de uno de los emblemas del comunismo rancio y decadente tiene un valor añadido inmenso.

Al margen de la calidad musical del grupo, que en los años ochenta mantenía intacto su estilo, el Prog. dulce y melódico con el que llevaban más de una década, la impecable producción y el sonido excepcional para un directo de la BJH, el vinilo se mueve en los cánones de la perfección, y la banda realiza una demostración de estilo con una factura exquisita.

Se me queda corto el formato de un solo vinilo, porque la ocasión y lo que representa da para mucho más, pero aún así en lo que entregan se demuestra esa capacidad para hacer Música de manera perfecta, y los componentes de la banda se manejan como un reloj de precisión en un escenario histórico.

Los once temas que componen el álbum rezuman magia, un set elegido entre canciones que son por derecho propio claves en la historia del grupo, demostrando más allá del muro que la Música, cuando es buena y de calidad superlativa, arrastra en cualquier instante de la historia.

Un ejercicio de Prog. de altos vuelos, melodías suaves y ensoñadoras que hacen volar y viajar más allá de las propias historias que cuentan, y un grupo, la BJH, tocado por la mano de los dioses para trasladar todas las sensaciones a lo humano.

Para disfrutar de la belleza en un momento histórico para la vieja Europa, al margen de barreras mentales y físicas que siempre han querido condicionarlo todo, incluida la Música.


SIDE 1:  Berlin;  Loving Is easy;  Mockinbird;  Sip of wine

SIDE 2:  Nova lepidoptera;  In memory of the martyrs;  Life Is for living;  Child of the universe;  Hymn






domingo, 11 de julio de 2021

Yamamoto Takato XXII

 


74 - 2



La jornada se encaminaba una vez más a ser el sueño dentro de la visión eterna del imaginario mundo de mi interior, y las formas sin forma, los sonidos asonantes, los colores en blanco y negro tomaban su espacio en mi mente y en mi espíritu, mientras seguía meciéndome con el suave balanceo que me envolvía de una calma que antes me era del todo desconocida.

Creímos vivir antes que el viento, pensamos ser más que el volcán, sin embargo no somos más que humildes moradores de todo lo que nos es dado sin saber por qué, y en ese letargo llevado por mi espíritu sí me sentí parte de ello, no quise ir más allá, porque no lo necesitaba.

Para poder sentirnos, debemos creer que existimos. En el centro de mi propio universo, cuando pienso que estoy en contacto con mi alma es el instante en el que veo quién soy y no temo perder mis sentidos, porque existo como yo mismo sé que soy.

Los sonidos que inundan mis sentidos crean música de la nada, esas notas entrelazadas que surgen como si la magia las hiciera aparecer de repente, esas sensaciones que se perciben no sólo por los oídos, sino que penetran en cada poro de mi piel, llegan hasta mis entrañas y me convierten en el privilegiado receptor de sus mensajes infinitos.

En cada parte de lo que me rodea percibo la música, en cada instante que vivo me lleno de música, cada suspiro por el que actúo me lleva a la música, esa parte de nosotros que va más allá de lo que somos, porque nos hacemos con ella.

Para poder sentirnos debemos creer que existimos. Y qué mejor modo de creerlo que extendernos más allá de nuestros sueños por el infinito de nuestras ideas, en la imaginación que nos hace parte de lo irreal, de lo imaginario, de lo que es perfecto porque no puede tomarse. Somos por lo que vemos, lo que tenemos, lo que tocamos, lo que nos sustenta, pero somos, afortunadamente, en igual medida por lo que creemos, lo que soñamos, lo que imaginamos, lo que pensamos.

74 - 1

 


Mirando por la ventana intentaba adivinar las miles de formas de las nubes que, como en un desfile perfectamente planificado, pasaban delante de mí, cubriendo los campos y las ciénagas; formas que representaban los objetos animados con los que convivía a diario, las especies de animales que me rodeaban y que me habían aceptado sin pedir nada a cambio, los inexistentes personajes de mis sueños más íntimos.

Los colores variaban también a su antojo, el blanco inmaculado de las que se dejaban hacer por el viento, el rosado de las que eran atravesadas por el astro rey, el amarillo de las más cercanas al suelo, que con su silueta marcaban el espacio, el gris de las que avisaban de la llegada de la pura y cristalina lluvia que nos daba el primer paso a la vida.

Como si hubieran encontrado el final de su viaje, todas se conjuntaron en el espacio que ocupaba el paisaje creado por la imaginación, sobre montes nevados y lagos azules, con animales de mil especies y la nada más absoluta, con efímeros instantes de brisas suaves y cálidos momentos de rayos de sol. Una vez decidido el cortejo, se fueron superponiendo unas a otras, sin importar ya la forma, el color, la distancia, y comenzaron a describir movimientos ondulares que junto al viento que las mecía fueron creando sonidos que surgían del Universo, las historias que la Madre Naturaleza cuenta de cuando en cuando, cuando quiere hacerse oír.

Cerré los ojos y la música me penetró, me elevó, y me hizo parte de lo que la creaba. El vacío más absoluto me rodeaba, pero no temía a la ingravidez que poseía a mi cuerpo.

Cuando uno se siente parte de lo que le rodea, y no un extraño, cualquier sentimiento de cercanía entra hasta lo más profundo del ser, y es fácil ver la luz y obviar las sombras.

Los sonidos eran inconfundibles lamentos que el eco en las montañas traía cada mañana, frases devastadoras que el viento llevaba de una era a otra, poderosos latidos que golpeaban en el pecho de todos los seres vivos. El lago se llenó de vida, las nubes les acogieron y los mecieron de un lado a otro, la fina lluvia los empapó, y crecieron en su interior las semillas de los nuevos elementos, todos aquellos que los millones de conjuros humanos nunca pudieron crear.

Yamamoto Takato XXI

 


De Vinilos y Otras Glorias MMCDVIII

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Wishbone Ash (The Ash Live In Chicago) 1992




Es posible que el disco sea un poco posterior en época a lo que me suele gustar de según qué estilo, pero es que para mí Wishbone Ash es intemporal, y cuando se trata de hablar de la banda haciendo su Música en directo, es simplemente algo eterno.

Este disco grabado en Chicago tiene el añadido de la vuelta al combo de Ted Turner, que tras dos discos de estudio demostrando de nuevo el por qué de ser uno de los fundadores de una de las más grandes bandas de Rock de la historia, en este directo hace uno con Andy Powell y vuelven a recrear el sonido Wishbone, esas maravillosas y únicas guitarras gemelas que consiguen que todo esa Wishbone Ash sin discusión alguna.

Dando por hecho que la banda en directo es perfecta, poco importa la fecha del evento, porque además el set se basa en esos últimos discos de estudio donde habían vuelto a recobrar el instinto creador que les hacía únicos, por eso "The Ash Live In Chicago" se convierte en una orgía sensorial fuera de espacio y tiempo, dado que además lo que se hacía en el año 1992, o al menos la mayoría de lo que se hacía, se encuentra (por debajo) en creatividad y talento a años luz de una Música como esta.

No les hace falta cambiar casi nada, el sonido sigue siendo impecable, la producción es una delicia y los temas más antiguos se acoplan perfectamente a los más nuevos provocando una tremenda mezcla de sonidos que mantiene la calidad sin ningún esfuerzo. Incluso en algunos momentos se permiten trallazos en clave de un Rock más poderoso e intenso, pero siempre dejando que las seis cuerdas marquen el ritmo para hacernos gozar con ese sonido que es marca de la casa.

Si te gusta la Música, este disco no te dejará indiferente, al margen de tiempos, fechas y demás caprichos del calendario. Si te gusta Wishbone Ash, una pieza más para disfrutar de un grupo irrepetible, y ¡¡a gozarlo!!

Andy Powell guitarra y voz. Ted Turner guitarra, lap steel y voz. Andy Pyle bajo. Ray Weston batería.


A:  The king will come;  Strange Affair;  Standing in the rain;  Lost cause in paradise;  Keeper of the light;  Throw down the sword.

B:  In the skin;  Why Don't We?;  Hard Times;  Blowing Free;  Living Proof



De Vinilos y Otras Glorias MMCDVII

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Bob Marley And The Wailers (Live!) 1975




Un mito, una leyenda, un icono y parte indiscutible de la cultura del Rock, o mejor dicho, de la Música universal.

Quizás parece exagerado, pero creo que puedo quedarme corto en la apreciación de lo que Bob Marley fue, es y será por siempre para el Rock, a través de un estilo que hizo creíble como el Regae y una personalidad que sigue marcando mucho de lo que se hace en según qué partes del universo.

El impacto social y emocional de Marley en su breve existencia como músico tiene pocos parangones, pero es que además su personalidad arrolladora se reflejaba de manera notable en directo, y en eso este disco (al que le faltan como diez o doce vinilos más, porque uno se me queda muy cortito) es un lienzo perfectamente dibujado de lo que era.

Con una banda que es un reloj de precisión y extiende la manera de vivir del músico a través de la Música en el escenario, la forma magistral de Bob Marley al expresarse, entregar y hacer creíble todo lo que conllevaba para él subirse a un escenario hace de este disco una gema que debería valorarse mucho más de lo que se ha hecho, porque en sus escasos (ya digo lo de los diez o doce vinilos) 36' nos enseña una manera de hacer Música única, y traslada la manera de sentir de unos iluminados que vivían y morían por lo que creían en clave de canciones y epopeyas musicales.

La voz de Bob Marley es el todo, una manera única de llevar todo lo que ocurre en escena, con su cadencia, su forma de entonar las estrofas, su manera de contar inmensas historias que la Música deja en colores que llenan los sentidos, como si te estuviera recitando en exclusiva. A partir de esa voz que es un sueño, la banda (tremenda, intangible, irreal) hace que cada palabra vaya hacia el alma a poco que tengas un mínimo de sensibilidad para aceptarlas.

Para los que pensamos que aún es posible "Live!" es una guía para caminar por el infinito, soñar y dejarse hacer, porque todo viene solo.


SIDE ONE:  Trenchtown Rock;  Burnin' & Lootin';  Them Belly Full;  Lively Up Yourself

SIDE TWO:  No Woman, No Cry;  I Shot The Sheriff;  Get Up, Stand Up






De Vinilos y Otras Glorias MMCDVI

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Manfred Mann's Earth Band (Budapest Live) 1983




Como criticar, y mucho, se le puede criticar siempre a la MMEB no haber tenido un repertorio propio y hacer de temas ajenos lo que es el casi todo de su carrera, y evidentemente eso es tan cierto como la propia historia de la banda.

A partir de aquí, al que le gusta la Música (entre los que me encuentro) y no creemos en lo limitado de la primera canción de la primera cara del primer disco, no nos sobran para nada grupos como este, porque nos traen la Música de clásicos y genios transformados de una manera exquisita y pasados por el tamiz del Rock con un gusto que asusta.

Precisamente para esos creadores de la historia (y una mierda para ellos) que se creen que lo que son es lo que es, este disco es la exuberancia de lo que decimos llevada al extremo, porque todo el set del directo, que por cierto por las fechas es un evento histórico dado el lugar de celebración, son temas ajenos tratados con esa elegancia que el grupo sabía y que en cierto modo hacen suyos cuando los entregan.

Lo que no se les puede negar es la calidad de la Música, porque la base en temazos como estos está ahí, y posteriormente la MMEB crea un universo propio a la hora de transferir del Rock, el Pop, el Regae, a ese Rock Prog. tan personal y con indicios siempre evidentes de los clásicos.

En este "Budapest Live" la base son temas de letristas icónicos que con sus palabras transmiten historias que mecen, hacen creer, enamoran, ilustran parte de la existencia, y el grupo retoca de la mano de unos músicos que de sobrados ya se salen y mantienen la calidad musical al margen de los originales de donde beben para crear.

Cuando la Música es parte del alma, saborear temas que son leyenda desde perspectivas ajenas a lo original pero con una calidad incuestionable no tiene precio, y en eso este disco es una delicatessen para estar allá arriba, en la tierra de los sueños, degustándolos.


SIDE ONE:  Spirits in the night;  Demolition man;  For you;  Davy's on the road again

SIDE TWO:  Lies (Through the 80's);  Blinded by the light;  Redemption song;  Mighty Quinn





De Vinilos y Otras Glorias MMCDV

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


The Sensational Alex Harvey Band (Live) 1975



Desde la fanfarria inicial, la alocución presentando a la banda con ese chicos y chicas... y la entrada dura y sin concesiones de "Faith Healer" todo es la marca indeleble de The Sensational Alex Harvey Band.

Quizás no quiera decir mucho esto que (a su vez) decimos, porque la banda me temo que nunca ha sido valorada en su justa medida (perdonad, popes de lo cierto y la verdad, por no requeriros para los comentarios que a continuación diremos, pero incluso algunos que no sois vosotros tenemos una cierta opinión) y en mi opinión más que injustamente, porque además de la calidad musical que le daban los tremendos músicos que por ella pasaron y que en este directo están excelsos, la originalidad de la propuesta en clave de Rock es de lo más interesante.

Este "Live" es la demostración de lo que eran sobre un escenario, un grupo sobrio, compacto, que trasladaban esa manera tan personal de hacer Música, entrelazando la parte visual (que obviamente no podemos apreciar) contenida en la extravagante y llamativa manera de Alex Harvey de llegar al público, con esa Música personal, intransferible y original que hacían.

Todos los componentes de la banda (parte de la historia del Rock en distintos momentos con este y muchos más grupos) son uno en la propuesta de este iluminado y la creencia de que el Rock es mucho más que lo que se escucha, y en base a esto nos hacen sentir una forma de acoger la Música que me parece simplemente envidiable.

Para los que tenemos la capacidad de aceptar lo que no se encuentra entre los límites de la realidad, este "Live" es un soplo de aire fresco en clave de Rock, un toque de frikismo para saber que en los lugares donde no se debe estar está muy bien encontrarse. La odisea de la Música pasa también (afortunadamente) por discos como éste, bandas como la que nos visita y la Música hecha ideas y emociones, como es el caso.

Alex Harvey voz. Hugh McKenna teclados. Chris Glen bajo. Ted McKenna batería. Zal Cleminson guitarra.


Side One:  Fanfare;  Faith Healer;  Tomahawk Kid;  Vambo

Side Two:  Give my compliments to the chef;  Delilah;  Framed

 


sábado, 10 de julio de 2021

La Eternidad

 


73 - 3

 


Danzarinas sensuales cubren el espacio, el lugar donde mi mente vaga libre por senderos trazados en mi imaginación. La secuencia entre la noche y el día  no significa nada para mí, el tiempo es un aliado que me permite ir por donde quiero, hacer lo que quiero, en el momento en el que decido que mi percepción es clara sobre las cosas que me rodean.

Nunca he podido estar solo conmigo, recrear lo que durante tanto tiempo se ha convertido en la esencia de mi ser, pero ahora, por fin, me siento uno en cuerpo y alma, y mi espíritu asume la plenitud conseguida.

Es difícil comprender qué soy, quién y cómo, pero puedo precisar cada instante más allá del simple raciocinio, sin preocuparme por las vicisitudes del día a día, sin tener en cuenta las anomalías que puedan surgir por las vivencias constantes, sé que soy, que estoy, y que ahora nada puede impedirlo.

Llamé a las puertas del cielo, pero el silencio fue la respuesta. Bajé al infierno y pedí un lugar para mi alma, pero todas las almas que esperaban ser poseídas ya estaban allí. Seguí solo, y aquí me encuentro, rodeado de lo que me llena, me inunda, al ritmo de las danzas rituales que elevan mi espíritu y aplacan mi alma.

Danzarinas sensuales cubren el espacio, me uniré a ellas para saltar, brincar y emocionarme con mis propios sueños, los que sólo yo controlo, los que sólo yo recreo.

73 - 2



 Pisé la hierba y me acerqué a los dos seres que seguían danzando, ahora al ritmo de los sonidos que invadían mi cerebro, y volví a no ver los rostros inexistentes de ambos. La nube seguía bajando, haciendo las veces del “humo pesado” que cubre los escenarios de los teatros y los conciertos, y nos engullía completamente, trasladándonos a lugares inhabitados donde podíamos danzar acompañados del viento cambiante que nos llevaba.

Nos devolvía al pequeño parque, y los dos seres sin rostro fueron alejándose de mí, hacia el río que lleva a ninguna parte, arrastrando consigo la bruma que comenzó a cubrir el horizonte, a despejar los alrededores donde me encontraba y a llevarme el frío a mis pies  pero el calor a las sensaciones que cubrían mi cerebro.

La mañana se levantaba clara tras la densa niebla, el astro rey iluminaba los espacios abiertos de la naturaleza, entraba sin permiso en los hogares construidos entre árboles y vegetación, y los sonidos de una melodía cada vez más lejana despertaban a un día más, una jornada particular, donde mi cuerpo se animaba con las danzas rituales de lugares sagrados creados por mi imaginación.

73 - 1

 


Una mañana me levanté con frío, pero no era el frío que produce la temperatura, eran sensaciones de mi cerebro. Me dirigí hacia la cocina y miré por la ventana. Una espesa niebla cubría el pequeño parque que hay frente a la vivienda, y no podía divisar más allá de unos diez metros. Intenté concentrarme, adivinando lo que se escondería entre la nube que acariciaba el suelo con su rostro, y me percaté de movimiento como sombras que iban y venían.

Dos seres sin rostro atravesaban la mañana y volvían a disiparse entre la humedad del ambiente, danzando sin sentido sobre la hierba que les invitaba a flotar como una alfombra regia. Noté cómo mi cuerpo iba retomando la temperatura natural en él, pero la sensación de frío continuaba conmigo. Abrí la puerta de la pequeña terraza y además de percibir de nuevo a los dos seres flotando, escuché los sonidos que emanaban de lo más profundo de la bruma y que se encaminaban hacia el río que corre cerca de la carretera.

El conjunto de sensaciones se disparó, y me vi envuelto en la espesa niebla que como una mano tendida me invitaba a caminar sobre ella y a unirme al baile que se desarrollaba bajo mis pies.

De Vinilos y Otras Glorias MMCDIV

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Johnny Winter (Live Bootleg Series Vol. 1)




Autorizado por el propio Johnny Winter y posteriormente por su familia y entorno, la colección de conciertos en directo de albino tejano nos deja un puñado de joyas para la eternidad, demostración de lo que este salvaje era en directo.

El primer volumen de la serie, en formato de doble vinilo, dice en sus créditos que son grabaciones de los años setenta, un poco ambiguo y sin limitar el espacio de la década, pero al menos nos sitúa en momentos en los cuales Winter se desmelenaba en directo por esas fechas, que se supone que son de principios de la misma.

Lo que sí nos indica el disco es la banda que acompañaba al guitarrista, y que en formato de Power Trío visceral hacen de la Música en directo un trallazo tras otro sin pausa, porque la sensación durante todo el disco es de una paliza auditiva en clave de Rock que abruma.

Y es que Johnny Winter se vio enganchado por el poder del Rock 'N' Roll y durante estas fechas sus actuaciones se dedicaban esencialmente al estilo, recorriendo en sus conciertos clásicos de toda la vida, algunos temas compuestos por él mismo pero eso sí, con la transformación en el escenario de los mismos gracias a la calidad y la manera de entender la Música del artista.

Salvaje, enorme, brutal, un ataque a los sentidos en clave de lo básico transformado en violentos envites musicales con las seis cuerdas ardiendo y la guitarra arrasando en las manos de este guitarrista cerebral, que no entendía la Música sin esa fiereza que otorga el directo.

Un documento precioso que merece la pena, sin las ataduras de contratos al uso, para sentir en las carnes (porque la piel te la destrozan las cuerdas de acero) el poder del Rock en estado puro, descarnado, sin florituras, a galope tendido.

Johnny Winter guitarra y voz. Jon Paris bajo y armónica. Bobby T. batería.


Side One:  Intro;  Johnny B. Goode;  Messin' with the kid;  Help me

Side Two:  Hideaway;  Come on in my kitchen

Side Three:  Rollin' and tumblin';  Stranger

Side Four:  Jumpin' Jack Flash;  Bonie Maronie;  Closing;  It's all over now



De Vinilos y Otras Glorias MMCDIII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Robert Wyatt  & Friends (Theatre Royal Drury Lane 8th September 1974) 1974



Tras el accidente que postró de por vida a Robert Wyatt en una silla de ruedas, la vida para el grandísimo músico, uno de los pilares del Prog. inglés y base con otros de la parte más elitista y cerebral del estilo, cambió radicalmente pero no se terminó, ni mucho menos.

El 8 de Septiembre de 1974 un grupo de amigos del músico, genios como él y parte indisoluble de la escuela del Prog. inglés con ideas inmensas y emocionales, le acompañaron en este concierto.

Una grabación histórica por todo lo que supone, al margen del por qué y el cómo, ya que estuvo perdida por décadas y nos trae una demostración de talento en estado puro de unos músicos ajenos a lo habitual, aferrados a la mente y a las ideas, la creatividad y lo sublime, y que demuestran, cada uno como parte de un todo inmenso, que el doble en directo es una grabación que trasciende la pura lógica para convertirse en algo más allá de lo que se escucha.

Robert Wyatt siempre fue un adelantado a su época, parte de todo el universo creado en Las Islas al amparo de un estilo, el Prog. que removió los cimientos de lo convencional para entregar una dimensión de la Música que iba más allá de las propias notas, y en este disco en directo eso se transforma en la imagen de una idea real que de la mano de otros iluminados hacen ver las notas como entes que se unen para llevarnos fuera de los límites que se empeñan en ponernos.

El disco produce de esta manera (o al menos a mí me lo provoca) la sensación del vacío como parte de lo que tu mente debe entender, moviéndose por cualquier lugar donde la imaginación respire, llevado por unos músicos excelsos hasta donde nunca te lo esperas y allí tú decides, porque no hay nada escrito de cómo hacerlo ni cómo llegar.

Para los que creen (creemos) en algo más allá de la Música, convertida en ideas que se hacen parte de tu piel, un disco indispensable, tremendo, sublime, irreal, para soñar eternamente.

Robert Wyatt voz. Dave Stewart teclados. Laurie Allan batería. Hugh Hooper bajo. Fred Frith violín, guitarra, viola. Mongezi Feza trompeta. Gary Windo rojos. Mike Oldfield guitarra. Julie Tippetts teclados. Nick Mason batería.


SIDE A:  Intro;  Dedicated to you but you weren't listening;  Memories;  Sea song

SIDE B:  A last straw;  little red Riding Hood hit the road;  Alife;  Alifib

SIDE C:  Mind of a child;  Instant pussy;  Signed curtain;  Calyx

SIDE D:  Little red Robin Hood hit the road;  I'm a believer







De Vinilos y Otras Glorias MMCDII

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Nektar (Live Sunday Night At London Roundhouse) 1974



De un grupo que es para el que suscribe una debilidad, una obra que dice mucho de lo que era cuando se trataba de expresar ante el público la Música que creaban.

En directo Nektar eran pura dinamita, y si el Prog. ya es un estilo bastante complejo y destinado a esos elegidos que con la imaginación y las ideas son capaces de crearlo, cuando se trata de traspasar la frontera de un estudio y encaramarse a un escenario, la cosa se pone en ese límite en el cual los grandes demuestran por qué lo son.

Por supuesto que para muchos (si llegan a leer estas líneas) les sonará a herejía lo que digo, pero es que para mí Nektar está en ese intervalo de grupos sublimes, que son el Prog. por sí mismos y lo que hicieron, y los que pueden dar a los sentidos Música de una calidad superlativa, porque tras lo etéreo...

En este "Live Sunday Night At London Roundhouse" el grupo se limita a hacer lo que sabe, transmitir la Música que crea más allá de la sala de estudio, y como son tan buenos, esa manera de expresión se convierte en una demoledora pieza de ensueños en los cuales te puedes perder al ritmo de las suites que te llevan a los confines de lo imposible.

Un disco precioso, una obra, otra más, en la cual el grupo se desmarca de esos estereotipos en los cuales o eras quienes pretendían o no eras nada, y demuestra que su lugar en el universo musical y en el Prog. estaba más que ocupado, por calidad, imaginación y forma de entender la Música.

Como un todo que no se puede apreciar en el disco, los créditos incluyen a Mick Brockett, encargado de las luces en directo y parte indisoluble del espectáculo y la Música en directo, porque en eso Nektar era un todo, y lo que entregaban era tan musical como visual.

Un disco para entender el por qué de lo infinito de la Música, saltarse las barreras de los nombres marcados a fuego y expandir (eso ya es cosa de cada uno) la mente para comprender la Música en el espacio sin fin de las ideas.

Roy Albrighton guitarra y voz. Derek Moore bajo. Alan Freeman teclados. Ron Howden batería.


SIDE 1:  Desolation Valley;  A day in the life of a preacher featuring the birth of oh Willie

SIDE 2:  Oop's;  Mundetango;  Summer breeze




De Vinilos y Otras Glorias MMCDI

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Caravan (A Hunting We Shall Go: Live In 1974) 1974



Hay grupos que no saben de otra cosa que no sea la perfección y Caravan es uno de ellos, independientemente de que se hable de obras de estudio o discos en directo.

En el año del señor de 1974, más concretamente el 13 de noviembre, la banda de la que hablamos dejó la impronta de su calidad con este disco que me parece una maravilla y una demostración de lo que es una actuación en vivo. Bien es verdad que el disco simple, compuesto por tres trallazos monumentales, me sabe a poco, porque a estas alturas Caravan podía completar un vinilo en directo con la cantidad en tiempo y calidad que le diera la gana, pero así nos llega y así lo entregamos.

En mi opinión, siendo un grupo poco valorado dentro del Prog. inglés de la época gloriosa del estilo, obras como estas ensalzan a una banda que musicalmente es una delicia, con unos músicos excepcionales y dotados de una calidad inmensa, a los que la interpretación de creaciones sublimes en lo musical les hacía llegar muy alto.

"A Hunting We Shall Go: Live In 1974" es una demostración de Música en estado puro, con la extensión al directo de temas creados de manera perfecta y trasladados instrumentalmente a la categoría de joyas, en los cuales no caben los espacios ni el tiempo, porque simplemente ellos son, como músicos, los que hacen del espacio y el tiempo el momento para gozar de la Música que entregan.

Los tres temas son de una calidad superlativa, pero la inmensa suite en la que se transforma "For Richard" ocupando la cara B con sus 19'16'' es una alegoría a esa perfección buscada en un estilo donde la imaginación y la creatividad eran santo y seña del mismo.

Un disco para soñar, para perderse en los confines de la imaginación y disfrutar de la Música creada para las mentes que suponen y asumen que aún es posible.

David Sinclair teclados. Geoffrey Richardson viola. Mike Wedgwood bajo. Pye Hastings guitarra y voz. Richard Coughlan batería.


Side One:  A Hunting We Shall Go;  Hoedown

Side Two:  For Richard

domingo, 4 de julio de 2021

I've Been Loving You Too Long


 

Aretha

 


Don't Play That Song





Lo dicho, disfrutemos de esta joya hecha seda por una artista única, inolvidable, hasta...

Otis

 


De Vinilos y Otras Glorias MMCD

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Aretha Franklin (Aretha Live At Fillmore West) 1971



Una de las más grandes artistas de la historia de la Música en general y del Soul en particular, Aretha Franklin, se nos presenta en directo, donde era por derecho propio más grande aún.

La brutal energía que desprendía sobre un escenario se refleja de manera perfecta en este disco, al que echo de menos que no fuera triple, o quádruple, o...  porque la verdad es que esta andanada salvaje en la cual se transforma "Aretha Live At Fillmore West" es para disfrutarla por horas y horas.

El asalto al escenario con "Respect", ese himno inmortal del gran Otis Redding, es solo el principio de una cascada de emociones que nacen en la privilegiada garganta de Aretha y que son transformadas en rugidos que atraviesan el alma. El dominio absoluto de la artista sobre el escenario es tal que todo gira alrededor de ella, pero al mismo tiempo parece que el perfecto engranaje que es la banda que le acompaña y los coros superlativos que van con ella se mantienen libres en su cometido para acabar confluyendo en un solo punto, la idea de creación con la que Aretha impregna cada tema.

Un set compuesto por canciones ajenas en su mayoría, pero que el talento y la personalidad de esta mujer única hacen que parezcan elaborados desde las entrañas de la cantante, con versiones tan personales que abruman. Una verdadera delicia escuchar estos temas tratados por la magia y el gusto de un genio.

En directo no hay trampa ni cartón (algunos se empeñan y hacen el payaso, pero al final todo es o no es nada) y desde luego como vive, entrega, arrasa y se muestra Aretha Franklin en directo es pura esencia de la Música, ya sea en clave de Soul o tomando de otros estilos los temas que se hacen parte del sueño. Un perfecto "animal" creado para subirse a un escenario y entregar el alma, y en ocasiones como este disco, para entusiasmar con lo que hace.

Cuando la Música llega a estos niveles, no importan los motivos, solo el por qué de amarla hasta la saciedad.


Side One:  Respect;  Love the one you're with;  Bridge over troubled water;  Eleanor Rigby;  Make It with you;  Don't play that song

Side Two:  Dr. Feelgood;  Spirit in the dark;  Spirit in the dark (Reprise with Ray Charles);  Reach out and touch

 

De Vinilos y Otras Glorias MMCCCXCIX

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Frank Zappa And The Mothers Of Invention (Just Another Band From L.A.) 1971



Escuchar la Música (la buena y excepcional Música) en directo siempre tiene ese punto de emoción que no puede darlo el estudio, pero cuando se escucha en directo a estos tipos absolutamente alineados con todos los planetas del universo, la cosa se pone más que seria.

Si en un disco en directo de los Mothers la primera cara (siendo la grabación en formato de un solo vinilo) es una orgía sensorial de 24'42'' ya sabes lo que te espera, y en este caso "Billy The Mountain" se convierte en un viaje alucinante al fondo de la mente de  estos alucinados que hacían Música con el cerebro y la trasladaban al interior de los sueños.

Espectacular y visceral manera de comenzar el disco, un concierto al más puro estilo Mothers, donde las normas no existen, donde todo puede pasar y una vez que pasa te encuentras involucrado en una maravillosa aventura que puedes transformar como te dé la gana.

El genio de Frank Zappa actúa como maestro de ceremonias, pero obviamente sus acólitos le siguen y transforman sus ideas en una manera única e irrepetible de creación a través de la Música como instrumento de la libertad mental más absoluta. Esto hace de "Just Another Band From L.A." un disco fascinante, ni mejor ni peor que otros de la época gloriosa de la banda, pero con el añadido impagable de un directo que parece una escenificación de los sueños tras las pesadillas, simplemente tremendo.

Está claro que toda la discografía de Frank Zappa es para quienes se atreven a creer en lo que este genio creaba, pero en cuanto a los directos, como es el caso, hay que creer mucho y a pie juntillas para que te llegue, ahora sí, si te llega es una parte indisoluble de tu mente y se convierte en una pieza maravillosa, creativa, enormemente viva.

Para frikis, muy frikis, más que frikis y creyentes de lo imposible, un disco que te lleva de viaje hasta donde nunca se sabe si volverás.

Frank Zappa guitarra y voz. Mark Volman voz. Howard Kaylan voz. Ian Underwood cuerdas, teclados y voces. Aunsley Dumbar batería. Don Preston teclados y Mini-moog. Jim Pons bajo y voces.


Side One:  Billy The Mountain

Side Two:  Call any vegetable;  Eddie, are you kidding?;  Magdalena;  Dog Breath


De Vinilos y Otras Glorias MMCCCXCVIII

 Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Mountain (Twin Peaks) 1973



Tras dos discos monumentales y de buen Rock para su presentación en sociedad, los avezados miembros de Mountain se tomaron un año sabático (por decir algo) y la vuelta con una formación nueva salvo en los dos cerebros del grupo fue de lo más impactante.

Doble en directo grabado en Osaka en el año 1973 en el cual intentan (lo consiguen bastante bien, todo sea dicho) hacer sentir a los seguidores que aún tenían mucho que ofrecer.

El show es una demostración en vivo de improvisaciones sobre los temas de esos dos vinilos que les hicieron conseguir un puesto en las listas del Rock, y según como se mire no les salió mal del todo.

Para gustos los colores, y evidentemente quien se ve atropellado por temas enormes, que suelen ser alargados hasta la extenuación para que el público sepa quién está encima del escenario, este disco no es para disfrutarlo, pero a quienes nos gusta la capacidad de improvisación, la calidad instrumental y llevar hasta el extremo ciertos momentos donde el Rock se pasea libre por las mentes, "Twin Peaks" se disfruta, o por lo menos yo lo hago.

La apuesta a todo o nada la hacen con "Nantucket Sleigh Ride" ese temazo que ya nació siendo una andanada directa al entrecejo y que en este doble ocupa un disco completo con 32' de Rock demencial, apabullante, tremendo. Lo dicho, si uno no está hecho para cosas así mejor dejarlo, pero al margen de la numerología, porque podría durar el doble o la mitad, el despliegue de la banda con las dos guitarras incendiadas y la sección rítmica rompiendo los sentidos es maravilloso, y en lo que a mí respecta es una oda a lo que el Rock en directo puede llegar.

La voz es la que se encuentra más floja en todo el disco, y eso en un directo no tiene mucho arreglo, pero musicalmente el poderío que se desprende llena todo lo que toca, y uno se siente inundado por la buena Música en clave de un estilo al que amo.

Leslie West guitarra y voz. Felix Pappalardi bajo y voz. Bob Mann guitarra y teclados. Alan Schwartzberg batería.


SIDE ONE:  Never in my life;  Theme for a imaginary western;  Blood of the sun;  Guitar solo

SIDE TWO:  Nantucket Sleigh Ride (Part I)

SIDE THREE:  Nantucket Sleigh Ride (Conclusion)

SIDE FOUR:  Crossroader;  Mississipi queen;  Silver paper;  Roll over Beethoven