sábado, 10 de abril de 2021

Música

 


Comentaba con un aficionado a la Música (comentaba yo, él quería discutir porque lo que pensaba de la Música era la "hostia puta", que dicen por un lugar de la piel de toro) que eso de los planteamientos sociales y políticos de los sonidos debían ir siempre de la mano de la calidad, y él (enamorado de la lucha callejera) decía que no era una obligación.

Perdona chaval, pero la Música es algo muy serio, al margen de la seriedad que tú le quieras dar a la quema de los objetos que te encuentres por la calle. Es tan seria la Música que cuando nació el alma se derretía, los que la creaban lloraban y morían por ella, la pasión era su signo de identidad, y la verdad absoluta (afortunadamente) nunca existía al escucharla.

Me miraba con terror, con odio, con ganas de cercenar la garganta del hereje que decía tamañas aberraciones, es decir, con el mismo conjunto emocional de la nada más absoluta nacida de los cabestros, los ignorantes, los zafios y los que piensan en una dirección con las orejeras de burro tapándoles el rostro.

No me provocó ningún atisbo de emoción su mirada, simplemente me dio una risa interna que no quise controlar (los gastos de mis progenitores en la educación durante años han dado sus frutos y no quiero faltarles al respeto, a mis progenitores, se entiende) pero en lo externo fue otra cosa. Aludí a la Música, su esencia y lo que en sí misma provoca cuando es de calidad, cuando llega a las entrañas por lo que es, cuando revela, enamora, ama, siente, devuelve y hace ser más allá de todo, y simplemente no lo entendió.

Son esos momentos en los que me siento un rara avis, un friki dentro del desmán social en el que nos movemos, en los que me siento orgulloso de que la Música sea para mí un todo, un ente que engloba la verdad, la mentira, lo que es, lo que debería ser... pero desde esa perspectiva de auténtica libertad que te da tenerla en el alma, no queriendo meterla a golpe de mierdas y basura.

Música, amor y pasión, pero con la calidad por bandera, pero esas banderas que no son trapos de colores que visten de mierda lo que no es, sino las que derraman emociones, sentimientos, llantos y susurros nada contenidos.


A.R. / K.S.

No hay comentarios:

Publicar un comentario