domingo, 5 de abril de 2015

Demasiado Viejo Para el Rock'N'Roll, Demasiado joven Para Morir


Nunca lo había pensado, de hecho cuando escucho la Música que me lleva suelo pensar lo menos posible (ya se encarga ella de hacérmelo ver) pero es cierto que unas cuerdas de acero ronroneando cerca de tus oídos son para creer que algo está pasando y en este caso era así.

Creo que las casualidades no existen, son como el golpe de timón que hace que la nave zozobre y te lleve al paraíso cuando no era el destino soñado, pero en esta ocasión la Música decidió que merecíamos algo mejor (para variar) y siempre fui un soñador ¡¡qué se le va a hacer!!

Las últimas notas me hicieron ver que no hay un más allá, el final es el que es y tú escribes lo que te dejan, pero en cuestión de sentimientos si queremos aún podemos ser libres y esa tarde, tras 18 años de pasiones, barbaridades nunca escritas y viajes al confín del universo, la Música volvió a decirme, sin preguntar nada, que había realizado la elección adecuada, a pesar de no saber ni quién soy, a pesar de no querer demostrarlo, a pesar...

Gracias, Amor, sin ti no hubiera sido en color, y el blanco y negro ya me dice bastante poco. 

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