El mar allí se fundía en hermosura contigo.
Sólo el viento en tu cuerpo fue más bello.
Aquel lugar quedó como símbolo de amor;
como la continuación de un sueño.
Hoy volví al mismo sitio, regresé;
tal vez sin pensar, sin querer;
luego entendí, supe el porqué.
Mi corazón buscaba aquella misma visión.
Tu cuerpo brillando en la noche; pleno de luna.
Tus ojos pidiendo ternura, calor.
Tus ojos diciendo... amor.
Diego L. "Diálogos de Leones y Peces" Extracto
(Reproducido con permiso de Vicky)
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