Me complace presentar una de esas piezas que a casi nadie le dicen nada, que suelen ser aborrecidas por la mayoría y que permiten que a personajes como el que suscribe se les tenga por locos (o cualquier otra cosa, vaya usted a saber)
Cosmic Couriers (The Cosmic Couriers) 1974
Lo más florido del Krautrock más experimental, emocional y anti sistema se da cita en esta obra que creada como idea de un colectivo para recrear imaginación a través de la Música se convierte en un alucinante viaje a través de los sentidos, siempre que uno quiera usarlos para este fin.
Absolutamente experimental, sin nada ni nadie que ponga trabas en lo que escuchas, el disco se compone de un conjunto de sonidos que van pasando por delante de ti, sin pausa alguna, sin títulos en el tema o lo que representa porque realmente no hay nada que titular, con la voz femenina que guía indicando de vez en cuando lo que viene o se supone y la Música que va entrando, saliendo, apareciendo de nuevo y buscando cada recoveco de la mente para asentarse en ella.
Experiencia cósmica, espacial, vanguardista o alucinógena da igual, el caso es dejarse llevar por la creatividad que nos demuestran estos tipos que ya habían dicho de todo a nivel individual y que se unen en torno a lo que suponen es una forma de comunicación más allá de la propia sensación sónica que puedan provocar, un viaje hacia el interior de lo que se siente que puede transportarte donde sólo tú puedas estar, buscando con el acompañamiento de los sonidos la mejor manera de dispersión mental.
Evidentemente y partiendo de todo lo dicho, "The Cosmic Couriers" no puede ser otra cosa que una creación que busca lo íntimo en quien lo escucha, porque compartir sueños y emociones puede ser algo real, pero primero deben asumirse para trasladarlo, y este homenaje a todo lo libre en lo emocional no es sino parte de uno mismo cuando llega hasta nuestros oídos.
No se busca nada, lo normal es que se deseche y se pase página, pero si el atrevimiento lleva a buscar lo que deba ser aunque no lo parezca, quizás merezca la pena pasar los minutos que se dedican a esta amalgama de ideas escritas sobre el pentagrama.
No voy a decirlo porque me han enseñado que es cosa de cada uno, pero para esos espíritus libres que aún creen que es posible, "The Cosmic Couriers" puede ser el principio de una gran aventura.
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