Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Argus (Argus) 1973
Me molesta, y mucho, lo mercachifle de las casas comerciales. Y me molesta, y mucho más, lo gratuito para tener que ocultar (según ellos y sus andanzas económicas) la realidad de un disco.
"Argus", el disco homónimo del grupo que nos visita, salió en su momento, allá por el año 1973, con cinco canciones, o al menos eso es lo que pudieron crear cuando se encontraban intentando nacer al mundo de la Música.
Es evidente que los veintipocos minutos de duración de los cinco temas podían no dar mucho de sí en un "larga duración", pero eso es lo que había y punto. Si interesa sacarlo de nuevo cuarenta y tantos años después, no tiene sentido hacerlo con otros cuatro temas de otra banda (llamada Anaconda y con sólo un miembro de Argus) para rellenar, y encima sonando de aquella manera, es decir, a mierda.
Dicho ésto, me ciño a los temas que formaron el disco de Argus, que se llamó "Argus" y que para bien o para mal nos regala un pedazo del buen Hard que se hacía en la época, poderoso, potente, maravillosamente visceral.
En este momento de la historia musical del grupo, la concepción del Hard como la Música que marcaba el universo del Rock era la base de muchas cosas, y "Argus" es uno de esos discos que siempre se aprecian porque sabe perfectamente qué quiere y lo que desea trasladar.
Como soy un poco quisquillas (debe ser la edad) la voz de Ken Lewis podría mejorarse para que no parezca un contrapunto a la Música, pero eludiendo ese tono demasiado agudo, el resto es un Hard fantástico por donde lo mires.
La batería de Dave Wagstaffe no para ni un segundo, con ese pesado ritmo que hace que todo se te caiga encima, junto al bajo de Mick Pearl, acompañados de esos riff demoledores de guitarra a cargo de Del Watkins en la mejor tradición del Hard pesado, duro, sin concesiones.
Un tema estrella, "Twenty-Four Hours", preciosa y dolorosa balada con base de Blues convertida en un lamento de 6'09'' que es esencia de momentos estelares del Rock más clásico, donde la banda nos demuestra que no eran casualidad, a pesar de los pesares (y del escaso recorrido como tal)
Lo que más me revienta es que podían haber sido dos buenos discos (los restos añadidos de un Prog. tardío que no desmerece) pero la nula producción en la calidad de lo añadido revienta todo el invento. Eso sí, en lo que merece la pena, "Argus" es una maravillosa manera de volver al Hard a través de gente que lo amaba.
Canciones de Argus: Friend of mine; Road of life; Same old Story; Twenty-Four Hours; Superstition
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