Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
DESDE LAS ENTRAÑAS I
Creo sinceramente que
no sirvo para la analítica en algo que me surge de lo más profundo de mi ser, y
posiblemente estos folios en los que he pretendido plasmar mi amor por una
Música que provocó un giro radical en mi manera de comprender los sonidos hayan
salido demasiado técnicos, demasiado estilistas, demasiado… pero no veía la
forma de plasmar lo que el Prog. y lo que supone ha supuesto en el universo en
el cual me muevo y que me provoca la vida que respiro, la Música y su
sentimiento.
No estoy seguro ni tan
siquiera de haber podido dar algunas pinceladas de razones para zambullirse en
la maravillosa sensación de esta Música única, genial y trasladada a la mente
con todas sus consecuencias, pero el intento por querer que se atreva al menos
a buscar en el fondo de lo que nunca dicen o comentan ese diferente modo de
vivir los sonidos que provoca la Música progresiva ha ido impresa con cada
palabra escrita, con cada frase relatada, otra cosa es que se consiga o no
porque la mayoría de lo que escribo son cantos lanzados al viento.
Amo la Música y como
dice el dicho que ya es algo grabado en mi piel “Sólo la Música de calidad” independientemente de estilos y
maneras, épocas y edades, lugares y personas, la amo a sabiendas que hay mucha
otra Música (también de calidad) que no me llega o no puedo entender, sin
hablar de la que no abarco porque en el propio sentido de ser humano soy
finito, y es por eso que he querido expresar, ya dudo si por un deseo propio o
un convencimiento de deuda a esa pasión que me supone, parte de ese amor por la
que me hizo crecer de manera radical en una proporción que ninguna había
conseguido.
No es mejor ni peor que
otros estilos que me hacen vibrar, no es más ni menos ni regular ni de otro
color, soy capaz de sentir las mismas sensaciones con el Rock, el Blues, el
Pop, el Sureño o el Hard, pero sí es cierto que globalmente la posibilidad de
ser yo mismo a través de la Música me ha venido dada de manera superlativa por
el convencimiento de crear mi propio universo como nunca me había ocurrido y es
por ello que necesitaba (de nuevo la duda, de nuevo el interrogante) echarlo
hacia fuera, a la nada o al vacío… eso me da igual.
En realidad puede
parecer que el Prog. llegó a mi vida hace escasas fechas, que no lo he vivido
hasta la madurez musical y casi la vejez emocional, pero ha sido un recorrido
desde la noche de los tiempos de mis sensaciones, no con tanta importancia ni
con la intensidad de hace casi dos décadas, pero con el constante goteo de los
vinilos adquiridos a lo largo de casi cuarenta años de pasión y amor. Era al
principio el génesis de lo que se conocía como el Rock Sinfónico, esos grupos
que hacían lo que no podía escucharse de otra manera, más adelante otros
iluminados que fueron entrando en mi vida y de pronto esa explosión de hace casi
un mundo y casi nada que me metió de lleno en el universo de lo que ahora marca
de una manera muy especial cierto espectro de esa apasionante aventura que
llamo Música.
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