Ya no espero que pase la tormenta, aprendí a caminar bajo la lluvia.
Cuando los sones de la Música que amo me recorren y llevan donde nadie puede alcanzarme, cuando la melodía perdida entre las manos de un músico escupe fuego y te hace arder las entrañas, cuando nada es lo que parece y la genialidad se encuentra tras la mirada de un rostro anónimo, cuando la Música nace de quienes la sienten como su aliento vital, entonces me encontraréis vagando por mundos que nada tienen que ver con este, deslizándome por el pentagrama escrito en mis sueños, empapado por la lluvia que trae notas desde lo más alto, penetrando en mi cuerpo y llenándome de gloria.
No puedo mirar atrás ahora que he conocido lo que es sentirme libre, no quiero las cadenas que bañadas en oro se aferran a tu cuello, no deseo seguir a quien toca la campana para beber de lo que vende, busco en la lluvia la frescura de lo mágico, necesito las notas que me llevan hacia lo ininteligible, unido a la Música, mi Amiga, Compañera, Amante. Vestirme de seda al son de una melodía es llegar al paraje de paz que mi mente necesita.
(Foto: Pablo "soleando" en directo con "Unidad".
Un Genio que empapa como la lluvia)
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