viernes, 1 de mayo de 2015

Música


En los momentos de máximo esplendor, cuando la mente va más allá de los propios sueños, recorro el universo que mis ideas me ofrecen acompañado de una melodía sugerente, enigmática, que forma parte de mi piel. Es entonces cuando el mundo deja de girar y me abrazo a ella, haciéndome parte de todo lo que me ofrece.

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