Todo se sabe, o no tanto. Todo acaba saliendo por los poros de la piel, o quizás nunca se pueda liberar el miedo.
En ocasiones la mente habla y la garganta no puede articular palabra. En momentos la piel derrama lágrimas de emoción y sin embargo los ojos sólo pueden mirar fijamente al infinito.
El alma siente y los sentidos permanecen dormidos. Las entrañas están alerta mientras que nuestro espacio nos abraza para que no podamos sentir.
No hay nada que pueda estremecer si no se ha sentido el dolor en una voz rasgada por el destino. No hay quien pueda decirte lo siento si el sentir nunca te toca.
Por eso, quizás, me libera lo que no puedo llegar a tocar pero sé que me atraviesa a través de lo más profundo. Por eso, quizás, nunca puedo expresar lo que siento por la Música y mi garganta calla.
Miro al infinito mientras me penetra en la piel como un hierro candente para hacerme vibrar. Duermo despierto cuando mi alma se eleva y yo permanezco ajeno al mundo que me rodea.
No sé nada de ella y sin embargo me sale a borbotones todo lo que me provoca. He sentido el dolor cuando esas notas me han enseñado lo que es no poder y caer de nuevo. Ha estado siempre ahí esperándome aún sabiendo que no podría llegar.
Bellas líneas, sabes y sientes, eso es lo que trasciende de tus palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Siento, lo de saber... va para otros.
EliminarBesos