Dicen que soy un seductor porque embauco a la gente cuando hablo de Música. La Música no sabe de engaños, si hablo o escribo sobre ella no tengo que engañar, ni siquiera me planteo que guste o se comparta lo que digo.
Pensar que estoy loco por lo que siento es tan habitual para mí que el sentimiento se torna placer al tenerla.
Mi pasión es tan real como el aire que respiro, pero aprendí hace demasiado tiempo que no sirve para nadie lo que tú ames, lo que te emociona o te lleva.
En realidad nunca me ha importado lo que piensen de lo que creo y con la Música no es una excepción, la amo, la vivo y es parte de mi alma, a partir de aquí nada es nunca lo que parece y además, jamás podría hacer ver lo que realmente siento por ella.
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