Grupo de idas y venidas, uno de los más afamados de la escena Pop Rock Psycho del Japón de los sesenta vuelve a Pasear Por Nuestros Sueños.
The Golden Cups (Album) 1968
Ni querían ni pretendían engañar a nadie, por eso su primer disco, este "Album" es un conjunto de versiones de temas de toda la vida en la que demuestran las influencias que les habían llevado a lanzarse al mundo de los sonidos.
Viejos y clásicos temas del Rock'N'Roll ("Unchained Melody") un poco de melodía para bailes fáciles al son de la banda ("A Whiter Shade Of Pale", "My Girl") estremecedores ataques a los sentidos con un poco de Soul descarnado ("I Feel Good") conversiones de mitos en trallazos garajeros para que no falte de nada en esa intensidad con la que se movían a la hora de hacer Música ("Hey Joe") R'N'Blues a galope tendido y sin frenos ("Get My Mojo Working") y algún que otro Blues callejero ("LSD Blues")
Sin dejar de admirar lo que amaban The Golden Cups consiguen un estilo propio gracias a la manera de traducir en ritmos esos temas eternos, guiados por la voz de Tokimune Hirao que pone todo su empeño y su alma en llegar al fondo de las emociones, con un conjunto de voces que siempre le arropan en los estribillos clásicos.
Las guitarras de Eddie Ban y Kenneth Ito soportan esos ritmos y modifican según el estilo que toquen porque es tal la variedad que no se centran en uno; entretanto la sección rítmica cierra el círculo junto a esos desgarros que a modo de trallazos las armónicas nos regalan en Blues y R'N'Blues sin final con el bajo de Masayoshi Kabe y la batería de Mamoru Manu.
Uno de los grupos que más se extendió en el tiempo de manera continuada dentro de esa cantidad enorme de músicos que al amparo de la Música que regaba el universo salieron de la Tierra donde el Sol nace, con calidad instrumental y una facilidad innata para hacer bellos y elegantes los temas de toda la vida pasados por sus manos.
Disfruta de una Música nunca desconocida pero entregada desde otra parte del mundo, porque querido, lo eterno no sabe de lugares y más allá de la propia Música están los deseos por saborearla.
Geniales a la hora de cautivar con esos temas que nos robaban el alma en esos tiempos, una deliciosa forma de volverlos a disfrutar y el gustazo que da lo bien que lo hacen.
ResponderEliminarBesos.
Sobre todo el gustazo...
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Efectivamente la música no conoce fronteras, Quién no ha escuchado estos temas alguna vez en diferentes versiones, pero hace casi 50 años sin la tecnología actual si no hubiera sido por el entusiasmo de esos jóvenes amantes de la Música en recopilar los éxitos que sonaban en América e Inglaterra y adoptarlos como suyos, seguro que hoy no estaríamos hablando de ellos.
ResponderEliminarY me alegro de poder hacerlo.
Felices sueños.
Besos.
Por nosotros no pasan los años, Nua ¡¡¡y que dure!!!
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