sábado, 8 de junio de 2019

De Vinilos y Otras Glorias MMXCII

Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido


Jeff Liberman (Solitude Within) 1975


Es normal que muchos digan que ciertas cosas que nos emocionan son una mierda, lo mediocre y la calidad nunca van de la mano.
Por eso, cuando se descubren de nuevo y por enésima vez a tipos como Jeff Liberman, el alma se encoje y la magia de la Música vuelve a surgir cono todo su poder.
En el segundo disco del artista (me estoy convirtiendo en un ácrata formal y ya me salto hasta el orden de las creaciones, ¡¡qué se le va a hacer!!) nos deleita de nuevo con esa guitarra ácida que no tiene límites ni medida, una exuberante manera de arrancarte la piel con cada nota que desgarra el aire cuando ataca los solos una y otra vez.
El comienzo del disco, la salvaje "I Can't Change" es un disparo directo al entrecejo que se te mete como un taladro y te deja seco, como debe ser. Pura Psycho sin toma de prisioneros, salvo en un desliz que se cuela en el disco sin saber cómo ni por qué (él y el productor, o sea él mismo, sabrán) pero cuando vuelve a la cordura, o sea esa demencial manera de maltratar las seis cuerdas, todo se convierte en el ataque a los sentidos que esperamos. 
Manejando el momento de los solos de manera magistral, parece que te deslizas hacia temas sin final atado a las seis cuerdas que suenan tan ácidas que duelen, y sin embargo la duración de los mismos, no más de tres minutos salvo una excepción, te deja con la expectativa del siguiente trallazo, algo que consigue de manera sorprendente, por lo que la continuidad de toda la obra sugiere lo que no es, un todo entrelazado entre las diez partes que son los temas que la componen.
El monumental desvarío instrumental que es "Rock Or Roll Me" (que nos rescata ese desliz ya comentado del que no quiero poner el título) abre la puerta a una descarga vocal donde el artista te invita de manera sensual a seguirle (si se puede, claro está) con tonos orgásmicos que aderezan otra exhibición de la guitarra desgarradora ("Life Is Just A Show") y es que la libertad creativa del disco es una constante que da gusto paladear.
Si la Psycho más ácida te gusta, o la necesitas para que sentirse vivo sea una constante y no se deje de pensar, "Solitude Within" tiene todos los atributos del mejor amante, el más despiadado y el que al mismo tiempo te lleva hasta el infinito. 
Jeff Liberman guitarras, voces, percusión y bajo. Thomas batería y percusión. Phillip bajo. Dan Lomas teclados y guitarras.

SIDE I:  I Can't Change;  Springtime;  Rock Or Roll Me;  Life Is Just A Show;  A Myopic Euphoria
SIDE II:  Woman;  Solitude Within;  Soft and tasty;  The same old blues;  Transition



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