domingo, 29 de marzo de 2015

De Vinilos y Otras Glorias MCCCXXXVI

Sonidos de alto voltaje para preparar la mente y el resto del cuerpo a un encuentro de amor con la Música, su esencia y lo que nos entrega.


Morgen (Morgen) 1969


Tras el nombre del grupo neoyorquino de Long Island, Morgen, se encuentra especialmente la figura de Steve Morgen, guitarrista y voz solista de la formación, que además lidera con su manera particular de tocar la guitarra el sonido del grupo.
La entrada del álbum con "Welcome To The Void", una cabalgada de Acid Guitar Psycho que arranca la piel a tiras, junto a los salvajes tambores de Bob Maiman reventándote las tripas, ya deja muy claro por dónde iban los tiros.
Mucha Acid guitar, fuzz y efectos para que el sonido suene tan salvaje como poderoso, sin tregua a la hora de arrancar sensaciones con los solos envenenados que se marca y los riff que parecen cortar el aire de un sólo golpe. La Música es tan impactante que las letras explícitas en lo sexual quedan en un segundo plano, especialmente porque Morgen toca la guitarra mucho mejor que canta y llega menos con sus mensajes, aunque adorne la voz con gemidos orgásmicos como en "Beggin' Your Pardon (Miss Joan)", menos mal que sabe acompañarse de las seis cuerdas para elevar el tono de lo que dice.
Siete temas componen el álbum, elaborados y libres al tiempo, se notan momentos de inspirada improvisación (no muchos por la propia composición de las canciones pero se sienten) y el grupo sonando como un bloque brutal cuando la guitarra se desvía hacia el infinito para salirse de los altavoces (un agudo pinchazo en la columna el final de "Of Dreams" con el sonido de la guitarra perdiéndose hacia arriba, muy arriba)
La batería continúa durante todo el álbum exhibiéndose, contrapunto medido de las seis cuerdas, en ocasiones incluso excesivo (es la opinión del que suscribe, pero si los dos minutos de solo de "Eternity In Between" los evitara el tema sería una burrada maravillosamente demencial) aunque en general me gusta que se saque de quicio a base de timbales rotos al golpear.
Disco intenso, emotivo y por supuesto salvaje, enorme en lo que la interpretación deja y mucho mejor de lo que parece, porque esa guitarra y la elaboración de los temas es pura dinamita ("Purple" es una pieza para recordar y el final apoteósico con los 10'50'' de "Love" se degusta hasta dejar agotados los surcos con la banda dejándose ir, bajo y teclados incluidos)


2 comentarios:

  1. Impactante y arrebatador de principio a fin, sin un momento de respiro para poder recuperarse lo que me parece de un absoluto delirio, geniales.
    Besos.

    ResponderEliminar