NUEVOS
SONIDOS ROMPIENDO EL SILENCIO: PARTE I
La crisis de ideas y por ende de la Música que se
surtía de ellas de los años ochenta fueron engullendo poco a poco a muchos de
los mitos e iconos del Rock y en esto como en tantas cosas comunes por ser
Música el sureño no se libró. Las desgracias, los avatares de una vida en la
carretera y la máxima de vivir rápido y dejar un bonito cadáver fueron apagando
la estrella de muchos de los ídolos de esta Música tan especial, pero de la
misma manera que la tradición y las décadas de enseñanzas musicales crearon su
entorno esa misma tradición fue haciendo que generaciones posteriores de
músicos tomaran el relevo y comenzara, especialmente desde los años noventa,
una nueva hornada de grupos de Rock Sureño que con mayor o menor fortuna han
continuado la estela de esta increíble manera de ver la vida.
Algunos surgidos de clanes familiares que dejan la
huella en sus descendientes, como la saga ligada a la ABB con los hijos de
Dickey Betts (DuanneBetts) y Bucht Trucks, éste último Derek Trucks uno de los
más importantes guitarristas del Sureño desde hace más de una década, otros de
las propias bandas ya creadas pero que se formaron en generaciones posteriores
y aún pueden aportar desde otro punto de vista continuando ese camino (Warren
Haynes desde sus proyectos particulares al margen de la ABB se ha convertido en
un referente por su constatada calidad y la búsqueda de nuevos sonidos) y por
supuesto aquellas que en el final del siglo XX y ya metidos en este XXI
intentan mantener la esencia de la Música cuando no intentar avanzar en lo que
los nuevos sonidos dejan, como Drive By Truckers uno de los más importantes
grupos de la escena sureña que desde el 98 arrasan con momentos memorables e
ideas brillantes.
Algunas bandas que lo intentaron quedaron en nada
por la leyenda negra del Sur, como The Four Horsemen, poder y gracia en la
Música, muerte y destrucción en lo personal, o Copperhead con la
autodestrucción por bandera.
Entre la querencia a
seguir y la búsqueda de nuevas ideas se desenvuelven bandas que son tan
agradables de escuchar como poco exigentes si nos movemos con la medida de los
setenta, pero realmente todo evoluciona y esos días de gloria es complicado que
se repitan. Aún así combos como Hogjaw, acariciando el Hard más poderoso,
Preacher Stone que tuvieron clara la idea de volver a los eternos himnos
sureños de largos minutos con fortuna desigual, Alligator Stew que vuelve a esa
base Blues de los comienzos o Blackberry Smoke, una de las mejores.
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