viernes, 3 de octubre de 2014

Sombras


Aproveché el momento para desaparecer entre las sombras, mi nombre fue borrado por el frío viento del norte y nadie echó en falta la palabra que antaño les hacía vibrar, el susurro que resbalaba a través del auricular hacia sus entrañas, el rostro de aquél al que llamaron vida.

Es curioso cómo se pierden los símbolos, cómo se difuminan los nombres entre las hojas caducas de los árboles en otoño, sin embargo yo llevo el recuerdo de aquellos años, ya sin caras conocidas ni sonrisas sinceras, pero llega a mi memoria cada golpe recibido, cada paso dado hacia delante, cada melodía buscada en la soledad de una habitación que se había convertido en el universo de un soñador sin lugar a donde ir.

Las guitarras ya no rasgan el silencio de la noche, los coros no alimentan los sueños, las luces del escenario permanecen apagadas, todo es, al fin el blanco y negro del pasado, la memoria, lo que nunca volvemos a ser.

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