Cuando
llegaron a mis manos las grabaciones del colectivo de El Ajo Rojo Grabaciones
Dimensionales y parte de lo que suponían a nivel de creatividad musical (el
todo sería como querer meter el océano en una vasija) me sentí un privilegiado
por tenerlas, afortunado por escucharlas y emocionado por poder hablar de ellas
en este espacio que jamás dejará de nombrar a los que merecen la pena, los
genios ocultos y nunca saboreados y quienes no han tenido la fortuna de salir a
la luz entregando calidad a borbotones.
Un
día cualquiera de un mes cualquiera ocurrió lo que deseaba desde que conocí a
este grupo de músicos maravillosos que creen en los sonidos de calidad y los
transforman en magia a través de su talento, tuve la oportunidad y la emoción
de entrar en ese santuario donde todo se vuelve un universo en el cual las
sensaciones van y vienen de la mano de la Música.
Gracias
a Pablo, alma mater de tantas cosas e inspirador como “El Cura Víctor” de El
Ajo Rojo y todo lo que representa, y acompañado por ese otro pedazo de los
sueños llamado Juan Carlos, tuve la oportunidad de vivir durante horas
inolvidables en el espacio en el cual todo se hace real, los sueños toman forma
y la Música es la dueña y señora de lo que se respira. Durante horas de eterna
magia y momentos de intensa emoción pisé los mismos espacios que estos seres
especiales recorrían cuando su talento transformado en Música salía hacia el
infinito.
El
Ajo Rojo es una experiencia única (hablo en presente porque quien me conoce
sabe que no creo en el final de la magia) y los creadores de ella personas,
seres, creyentes abnegados de la Música de calidad, superlativa y sin límites y
estar con ellos es respirar de alguna forma todo eso que les impregna.
Pablo
y Juan Carlos son dos eslabones de una cadena increíble que me ha proporcionado
placer sensorial sin límites, pero hay muchos más que han sido capaces de
llevar sus emociones a ese lugar donde mis pies flotaron mientras volvían a mí
las notas grabadas en ese espacio. Dos increíbles talentos a los que nunca
agradeceré lo suficiente haberme hecho soñar, emocionarme y sentir lo que la
Música tiene de puro, a pesar de todo y de todos.
De
la mano de Eduardo, acompañado por mi amor (que sigue creyendo en mis sueños
aunque casi nunca duerma) y un encanto de criatura que hace honor a los genes
que sustenta (Vanessa y su sonrisa inolvidable) el alma de El Ajo Rojo y todo
lo que representa, ya sea en forma de personas, ideas o Música, volvió a hacerme
vibrar y hacerme pensar otra vez que aún es posible cuando todo fluye desde lo
más profundo acompañado por ese halo mágico que nos envuelve y al que llamamos
Música.
Gracias
a los que están, a los que suelen estar en la lejanía y a todos los que han
hecho posible que un tipo que viene caído de muchas cosas vibre y se sienta
vivo con todo lo que recibe.
No hay nada como ver en vivo y en directo a quienes se admira. Imagino que si ademas se puede compartir espacio, tiempo, charla, sensaciones...tiene que ser algo increible.
ResponderEliminarEn mi caso lo más increíble es sentir que me aceptan por mi amor a la Música. A partir de ahí todo fliye porque con gente maravillosa no cabe nada más.
EliminarMerece la pena atravesar la vida haciendo estos altos en el camino, enriquecerse y disfrutar de ellos es lo que tiene de bueno detenerse y soñar.
ResponderEliminarBesos.
Merece la pena cuando las personas son tan auténticas como hacen ver, sin trampa ni cartón.
EliminarMil gracias, una vez más, por tus maravillosas palabras hacia todos nosotros. Ya sabéis que sois bienvenidos siempre que queráis, muchos besos a los dos!
ResponderEliminarSi pudiera expresarte lo que vosotros me habéis dado sabrías que nunca llegaré a decirlo como realmente quiero.
EliminarGracias por ser.
Besos