De mitos, leyendas, iconos y demás fauna que pululaban en esos maravillosos años de gloria musical.
Savoy Brown (Raw Sienna) 1969
Cuando el Blues inundó las Islas y muchos músicos descubrieron lo que era esa Música maravillosamente emocional, grupos de artistas se lanzaron a la aventura de descubrirla y además intentar darle forma con el talento de esos lares donde los sonidos fluyen con la facilidad de quienes creen en ellos.
Savoy Brown es en sí mismo uno de los nombres propios de la escena musical inglesa y sobre todo entre los amantes del Blues creado con esas guitarras eléctricas que le confieren un carácter tan especial (será una herejía pero en mi caso es el Blues que más me atraviesa, y eso que me atraviesa mucho de los sonidos que significan Blues)
De la mejor época del grupo, tras un par de discos menos entendidos o menos afortunados según se mire, salió este "Raw Sienna", quinto trabajo que sigue la estela de los dos anteriores en los cuales el estilo del grupo ya estaba pulido y definido para esa Música excelsa que dominaban tan bien.
Con la banda más clásica que hayan tenido, el trabajo es otra demostración de amor por unos sonidos maravillosos llevados de la mano por cinco músicos que sonaban a gloria y desprendían ese halo de calidad por lo bien hecho. Por supuesto el alma de todo lo que significaba (especialmente en la época por su imagen y carisma) el grupo en los hombros de Kim Simmonds, otro de esos personajes unidos a la historia de la Música británica por los siglos, guitarrista de emociones. El alma gemela en la época en la cual compartió escena y vivencias se llamaba Chris Youlden, voz de registro emotivo y escritor prolífico de temas, una garganta para meterte dentro de lo que te envía y llevarte donde todo empieza. El resto de la banda son nombres tan propios como parte de la pequeña historia de la inmensidad musical, Lonesome Dave a la guitarra y voz, genuino y visceral, Tone Stevens al bajo y Roger Earl en la batería para que la contundencia se haga un espacio donde todo pueda flotar.
Disco de momentos memorables, una banda que era un verdadero grupo que sonaba como un bloque, desgarros para erizar la piel como "I'm Crying", "Needle And Spoon"; trallazos de Blues elevados al cielo ("Is That So") y la sensación de gusto cuando la aguja acaricia cada surco para desprender las notas de un trabajo muy bien hecho.
No vas a encontrar otra cosa, pero en lo que hay seguro que no quedas indiferente, ya sabes, la Música, la magia...
SIDE ONE: A hard way to go; That same feeling; Master hare; Needle And Spoon; A little more wine
SIDE TWO: I'm crying; Stay While the night Is young; Is that so; When I was a young boy
Fantástico, todos los sonidos se unen con una fuerza arrolladora que invitan a seguirlos, consiguen hacer que vibre hasta el último milímetro de piel y tras escuchar esta maravilla, lo único que queda es dejar escapar ese ultimo respiro de gusto por lo disfrutado,
ResponderEliminarAlgo genial, Agilulfo.
Bss.
Cuidadín con los últimos respiros, que hay que dejar algo para seguir disfrutando.
EliminarBesos