Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Michael Chapman (Fully Qualified Survivor) 1969
Una joya viene a visitarnos. Y como siempre, tras esta frase cualquiera podría decir de todo, pero quizás por eso en este espacio no entran más que los cuatro de rigor y los que son, saben por qué se dicen las cosas.
Segundo trabajo del cantante, compositor y en su día y por más de una década genio del Folk de raíces, extremadamente hundido en los confines de la memoria. Un disco que se equipara a la barbaridad de su debut, incluso para muchos superándolo (lo que ocurre es que para mí el "Rainmaker" son palabras mayores) y ya sólo estar a esa altura me parece ocupar un lugar de privilegio.
El sentimiento se derrama por todos y cada uno de los poros (o los surcos, venidos al caso) del disco, una obra monumental que acaricia la piel y te toma en sus brazos para no dejarte.
La voz de juglar, trovador de historias mundanas y a veces imposibles, se te mete en los sentidos con esa peculiar manera de Michael Chapman para hacer entender (a quien lo desea y tenga la sensibilidad para ello) su Música, sus palabras, su enigmática manera de creatividad.
En este trabajo vuelve a dar la sensación de que primero, y ante todo, lo hace para él, y desde el convencimiento de lo creado, después lo entrega para disfrutarlo. Las cuerdas de su guitarra parecen deslizarse sobre la nada, recorren los espacios llenos de silencio y los ocupan, seguidas o guiadas (según el caso y los temas) por la voz de Chapman, que se encarga de enaltecer lo que cuenta transportándonos a su mundo.
Podría parecer en algunos momentos de esta obra monumental del Folk más auténtico y puro que se desmarca del estilo, pero eso sólo lo pueden conseguir genios como él, que arrebatan a una manera de componer la propia esencia para hacerla tan personal como distinta. No es de extrañar que se le buscaran similitudes en otros lugares musicales (viaje éste que el músico se encargó de hacer cuatro décadas después) porque lo que no se le puede negar es que la interpretación de lo que crea es única, personal, bella. Los músicos que se acreditan, entre ellos el maravilloso Mick Ronson, aceptan la idea y van con ella de la mano.
Un disco para disfrutar, emocionarse, levitar y dejarse ir, porque tiene todo lo que hay que tener para embaucar a través de la magia, la Música.
SONGS: Aviator; Naked ladies and electric ragtime; Stranger in the room; Poscarts of Scarborough; Fishbeard sunset; Soulful lady; Rabbit hills; March rain; Kodak ghosts; Andru's easy rider; Trinkets and rings
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