Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Ike Reiko (You, Baby) 1971
Es indiscutible que el erotismo ha sido una gran fuente de inspiración para la Música (con los estilos ya no me meto) a lo largo de las décadas, e incluso algunos autores se han especializado en B.S.O. de películas al uso.
El artefacto que nos acompaña, por decirlo de alguna manera y para que el susto sea más liviano, es una muestra de lo que decimos, es decir, el erotismo (o en el caso que nos ocupa "Pinky Violence", género propiamente japonés de películas con alto contenido erótico sin verse mucho, lo que aquí podría ser en la época la serie "S", pero con una dosis de violencia que ya se veía más) unido a esa mezcla entre BDSM, violencia, venganzas... llevada a la grabación por una actriz que en su época tuvo un relativo éxito poniendo cara de sufridora.
Vaya por delante que el disco está considerado un icono y pieza de coleccionismo en Japón, y que lo que se puede leer sobre él en muchos lugares ensalzan la obra (por eso lo adquirí hace años) e incluso, apoyando esto que comento, en el "Store Day" del 2017 se lanzó una edición del mismo, pero como en otras ocasiones digo, para gustos los colores.
El título original del engendro, "Kôkotsu No Sekai", apoyaba las imágenes de un film en el cual Ike Reiko se hacía ver y notar, y es el único intento que hizo de lanzarse a la carrera musical (decir afortunadamente puede parecer injusto, pero es así)
Amante de lo jazzy y de las tendencias de Rock alternativo que hacían maravillosas composiciones allá por el principio de la década, hablamos de las buenas, por descontado, esta niña prodigio de las artes (al grabar el disco tenía 17 años y una reputación en películas eróticas altísima) se lanzó sin red a hacer de cantante y compositora y salió esto.
Lo increíble es que entre lo desechable, se encuentran momentos de frikismo que sólo se podían dar en un ambiente como la sociedad japonesa de la época, porque aceptaban eternas simbiosis entre lo que no está en ningún lugar del universo y ese mismo universo llevado a lo más bajo (no es el caso tan extremo, pero así nos hacemos una idea)
Y no me refiero a los momentos de frikismo por los jadeos orgásmicos de Ike durante casi todo el disco (eso seguro que queda mejor con las imágenes del film) sino a momentos en los que parece que la Música se te agarra al cuello y llega a esos instantes tan del Rock japonés de lo más oscuro y obsesivo.
Escuchar el disco se puede escuchar, y así valorar si merece el calificativo de joya del Neo-Pop Rock free japonés, aunque cierto es que muchos de los que yo considero obras de arte a mucha gente les parecen infumables, por lo tanto...
La portada, al margen de lo que es en sí Ike Reiko, un intento de ensalzar sus valores como vocalista con un micro pelín falto de inclinación. La contraportada, para que se lo miren, y el insert del disco fotos de la películas, todas ellas escenas lésbicas y BDSM, con Ike disfrutando y sufriendo por igual (sin cantar)
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