De una Música que me apasiona, otra de las demostraciones del talento que se tradujo en el efímero instante de una grabación (que para mí siempre es eterno)
The Savage Resurrection (The Savage Resurrection) 1968
Cuando el sonido de una guitarra se te agarra al cuello y comienza a apretar, lejos de ahogarme, me siento liberado por todo lo que me provoca, y esa sensación de llevarme hasta el infinito es lo que me hace amar este estilo maravillosamente visceral.
"The Savage Resurrection" es la obra homónima del grupo de Psycho desgarradora que en sus diez temas te agarra por todos lados sin dejar que te escapes en ningún instante. Con un descarado y nada oculto toque de Blues que en lo que le toca de eléctrico casi te descarga por la energía que absorbe cuando te impacta, las composiciones son una vuelta de tuerca a esas guitarras chirriantes y salvajes que se van tan arriba como pueden cuando tiran de tu cuello, un chute en vena que merece la pena saborear.
Descomunal la portada y contraportada como presentación de una época única e irrepetible, una introducción a todo lo que viene que es como un manual, porque una vez que los primeros sones de "Thing In E" riegan el espacio, ya no hay marcha atrás y estás atrapado.
Voces que acarician tus oídos para morderlos de manera inmisericorde poco después, dando pie a esas guitarras asesinas, distorsionadas y maravillosamente "arañantes" que desgarran la piel, tremendas y brutales, con momentos de salvajes acometidas atravesando todo lo que tocan o en Blues descarnados para volverse loco (de la cabalgada a golpe de solos colgados de las estrellas de "Appeal To The Happy" a ese Blues sin perdón que es una congoja excitante llamado "Jammin'", pasando por la enigmática "Expectations", casi todo es posible)
Disco intenso, emocionante y en algunos momentos oscuramente bello, con esa pesadumbre que dobla el alma por el sentimiento que ponen en sus composiciones, una obra de barbaridades que llenan los sentidos y te llevan al éxtasis.
Disfruta de The Savage Resurrection y su manera directa de hacerte saborear una Música única, para que nada quede como estaba tras su escucha, para que el infinito se antoje un poco más cercano de lo que nos venden, para viajar a lomos del acero ardiente que quema todo lo que toca, y que en casos como este es un placer.
SONGS: Thing in E; Every little song; Talking to you; Tahitian melody; Jammin'; Fox Is Sick; Someone's Changing; Remlap's Cave, Part II; Appeal To Happy; Expectations
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