domingo, 23 de noviembre de 2014

Música


Esperando la hora del adiós, escucho Música.
En el amanecer de un nuevo día, buscando en los albores del tiempo algo que me indique quién soy, escucho Música.
Paseando a través de mis sueños, con la soledad que busco cuando todo es lo que quiero que sea, escucho Música.

Si el fuego se eleva y me quema las entrañas, queriendo partir en dos mi alma, sólo puedo mirar al infinito mientras una melodía recorre mis venas, y entonces escucho Música.
Un pedazo de nada y un inmenso todo, soy o no según los dispares deseos de la providencia, pero algo no cambia nunca, no se pierde porque la llevo dentro, en esos momentos escucho Música.

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