sábado, 29 de noviembre de 2014

De Vinilos y Otras Glorias MCCXXXIII

Seguimos respirando el aire puro de las andanadas del Prog., concepto y magia en la creación de sonidos y lo que significan.


The Moody Blues (To Our Children's Children's Children) 1969


De un grupo que fue (junto con otros nombres gloriosos) el primero en ese intento de ir desde el Pop al Prog. como idea de obras completas y complejas, no es de extrañar que aún en la década de los sesenta entregaran su quinto trabajo, este "To Our Children's Children's Children" que en mi opinión es su obra más personal y a pesar de todo no tan reconocida como debiera.
Un disco que sigue los caminos trazados por el grupo pero que me sugiere un ambiente más intimista, más cercano a los propios músicos que parecen querer expresar esas emociones que surgen desde lo más profundo y estallan en forma de sonidos cuando la aguja realiza su acto de amor sobre el vinilo.
Sigue manteniendo esa estructura tan de ellos que nos llevan al concepto de obra, un todo que se va formando a partir de partes que manejan esos pedazos de intensidad musical en forma de canciones y que acaban engarzando el puzle en el cual se convierte el disco, aunque no es la obra conceptual más enérgica de The Moody Blues por la uniformidad, pero sigue viéndose esa "historia dentro de cada historia". En esos espacios que se aprecian como parte que forman el todo, dos de los temas más bellos de la banda, "Watching And Waiting", una balada de suave textura que invita a soñar, y "Gypsy", otro de esos temas para salir de este mundo y perderse en la inmensidad de nuestros deseos.
Los temas de larga duración se cambian en esta ocasión por otros que son como impactos dentro de la obra total, una intensidad que comienza en lo más alto y va relajándose a medida que se desgranan los minutos hacia un Rock de tendencia melódica y tranquila.
Quizás el último álbum del Prog. sinfónico y melódico más puro realizado por el grupo, una obra hecha para el estudio, realizada a través de los momentos más íntimos y que difícilmente ha sido plasmada en directo; un disco completo, musicalmente impregnado de esa belleza que sugiere y que provoca a los sentidos, para degustar y... en eso cada uno con sus emociones.
Justin Hayward voz, guitarras, sitar. John Lodge, voz, bajo y armónica. Ray Thomas, voz, flauta, oboe, percusión. Graeme Edge batería y percusión. Mike Pinder, voz y teclados.


2 comentarios:

  1. Desde luego este disco no tiene mucho que ver con Days of future passed, por ejemplo, pero como dices es un disco con más personalidad, más íntimo. Desde luego, un disco con buenas vibraciones que acompaña perfectamente lo mismo una tarde de lluvia que una mañana de sol.
    Para mi, que soy una iletrada musicalmente hablando, un descubrimiento maravilloso.
    Hasta el próximo.
    Ciao

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    1. ¿Quién es erudito o letrado en el mundo de las emociones? yo desde luego no. La Música, si es de calidad, llega a cada uno como la mente, el alma y los sentimientos desean. Este disco es un buen refugio para esos instantes, porque es Música de calidad, el resto... cada mente y sus deseos.
      Ciao

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