Un
grupo componente de las bandas que iniciaron la aventura más emocionante de una
década gloriosa y santo y seña de muchas cosas gracias a…
Procol Harum (Procol Harum) 1967
La historia de
Procol Harum es tan insólita como fascinante. Nacida como banda en un período de
inmensos cambios en la escena musical
inglesa desde el principio la idea original del grupo fue mezclar la
estructura del Rock con la de la Música clásica, al menos el sentido de esta
última llevada a lo que eran instrumentos y composiciones más breves que el
Rock expresaba.
Tras el suceso inmenso
e inesperado del éxito llegado en la primavera del 1967 con la canción editada
en single “A Whiter Shade Of Pale” y que algunos consideran uno de los comienzos
y piedra angular de lo que ya se llamó Rock Prog. Procol Harum comienza a suscitar
el interés del público e inmediatamente crean el álbum homónimo que da el
pistoletazo de salida a una carrera tan irregular como indiscutible dentro de
la historia del estilo.
La frase impresa en la
carátula “Escuchar con el espíritu en el cual se ha creado” puede servir como
indicativo de lo que es en sí misma la obra, un disco que en lo musical no
llega a las pretensiones de lo que se quiere realizar pero que sí lleva
implícito el deseo de innovación y de creatividad novedoso que el grupo llevaba
pensando desde su origen. Hoy en día incluso se puede pensar que el disco se
desarrolló imaginando todos los valores musicales que nacían en un instante de
efervescencia e imaginación casi sin límites con un sentido más comercial que
musical, aunque creo que sería injusto no valorar al menos en lo que vale una
manera de lanzarse a hacer de la escucha algo que pudiera sorprender.
Dentro de la historia
“Procol Harum” fue un comienzo, un disparo de salida, una emoción que dio lugar
a tantas cosas como lo que se podía desear y nunca imaginar, aunque posee en su
interior aún destellos de psicodelia y Pop que se sumergen en los recovecos que
el piano y el órgano como instrumentos rítmicos y solistas respectivamente van
marcando, con la guitarra en segundo plano salvo en el tema “Repent Walpurgis”,
instrumental en el cual las seis cuerdas toman el mando y se dejan ver, una
lástima que no se prodigara más sabiendo quién manejaba esas seis cuerdas y lo
que ha sido a posteriori.
El comienzo de una
aventura que guste o no y según a quien está escrita con letras de fuego en la
historia de uno de los momentos más ilustres de la Música porque significó el
giro hacia nuevas formas que dejaron de ser para transformarse en la
fascinación que hoy conocemos, aunque Procol Harum no fuera el grupo que más lo
vivió en lo que nos dieron.
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