Vamos a pasear un poco por los sueños que producen los sonidos más ácidos del planeta Psycho, por si pensaban que se me habían olvidado.
Lyd (Lyd) 1970
Maravilloso ejemplar de la Psycho más ácida, rezumando sustancias psicotrópicas por todos lados, que permiten tener la sensación de estar envueltos en lo que la guitarra nos quiera ofrecer, y en este caso es mucho.
Por obra y gracia de lo que pudo haber sido mucho más y se quedó en lo que nos ofrece, el disco que nos visita se compone de una sola cara donde se derraman todas las composiciones que este oscuro guitarrista dejó grabadas sobre un vinilo. Una desbordante exhibición de guitarras ácidas, fuzz hasta el extremo, riff pesados y directos a la garganta, con solos desgarradores, abrumadores hasta decir basta cuando se dan en esas notas tan asesinas como bellas.
No hay escusas para no volar cuando se escuchan las seis cuerdas rompiendo todo lo que pillan a su alrededor, dinamitando cualquier atisbo de defensas que quieran detenerlas, apoyadas, eso sí, por una garganta que se deja la vida en ello, siempre a la estela del acero pero surgiendo poderosa cuando lo requieren las estrofas que escupe más que canta. El resto de la banda sigue al líder y no se desvía ni un ápice (hacen bien, porque esto es para lo que es) de la guitarra, dando todo una sensación de maravillosa oscuridad que te cubre sin remisión.
Disco enigmático, como ya hemos señalado, corto en su duración, sin títulos de crédito, palabras de más salvo la fotografía de la portada que te pone sobre aviso porque a partir de ahí sólo queda prepararse para volar.
Es curioso, pero escuchando "Lyd" me da la sensación de recibir muchas de las cosas que décadas después nos han ido vendiendo como la novedad del nuevo siglo, o del siglo que sea, que me da lo mismo, porque esa guitarra que rompe con todo y no deja nada para después es una premonición, aunque seguro que muchos ya lo sabían y se lo callaron, como de tantos otros maravillosos compositores que nos hacen la vida un poco más feliz con sus excepcionales sonidos.
Disfruta si quieres, y después si puedes, de la Psycho más ácida para que las venas sientan el deseo de la Música corriendo por ellas.
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