Un artista de los que no se puede decir nada porque al escuchar su Música todo se entiende, o al menos quienes lo entienden.
Tim Buckley (Blue Afternoon) 1969
Una de esas piezas de museo que hay que escuchar al menos una vez en la vida, guardar en la memoria y regresar a ella cuando se tiene la sensación de que todo lo que nos rodea es mejorable, porque con ella mejorarlo es complicado.
Excelso, único, genial e indiscutible, Tim Buckley se erige en uno de los mentores de ese ácido de la West Coast que tanto produjo a los sentidos a través de la Música intimista, casi mística, con la que riega los de quienes tienen las agallas suficientes para escucharle.
En especial, este maravilloso "Blue Afternoon", que por momentos provoca que duela el alma por lo desgarrado de sus composiciones, pura melancolía vertida en los ocho temas que van destruyéndote poco a poco para hacerte parte de ese universo misterioso que el artista crea y donde moverse es andar en arenas movedizas, porque si no tienes la mente y el cuerpo preparado, te puede arrastrar a esa pesadumbre que no deja de latir en cada susurro de la voz de un tipo único, especial, que echaba al viento sus maldiciones y hacía que se sintieran desde lo más profundo.
Pero no se puede olvidar que todo lo que escuchamos en este disco tremendo, genial y único es la parte del genio que sí escapaba de esa manera de sentir el dolor como un sentimiento que era su esencia, un trabajo donde todo es posible, al margen de la idea que se pretenda desde la escucha o intentando comprender el por qué de cada nota, cada golpe de la acústica destrozando el silencio, cada instante en el cual los demás instrumentos van entrando sin darse cuenta y forman parte de esa orgía sensorial que termina por firmar la voz de Tim Buckley, abrasadora, puro lamento, parte indisoluble de lo que nos hace sentir.
Es indiscutible que hay que ser un genio para expresarse así, un músico muy especial para hacer que la Música que surge de un disco como este atraviese los sentidos, un tremendo artista para que cualquiera de las notas que se escapan y buscan un sentido donde descansar sirvan como parte de su idea.
Si no quieres, no lo disfrutes, nadie se va a dar cuenta, pero si te atreves, "Blue Afternoon" puede hacerte sentir tan diferente como quieras, al margen del mundo.
1: Happy time; Chase the blues away; I must have been blind; The river
2: So lonely; Cafe; Blue melody; The train
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