Un grupo tan fascinante como misterioso, lo que pudo ser una odisea de inmensa calidad en el tiempo se quedó partida por esos avatares del destino.
The Electric Flag (Live) 1969
Por ponernos en situación, el título "Live" es demasiado pomposo para un álbum que sólo cuenta con tres de los nueve temas en directo y del cual se sabe bastante poco o casi nada.
La absoluta falta de créditos y de guías para averiguar algo sobre el disco nos lleva a no saber nada o casi nada, salvo que el sonido casi indiscutible de las guitarras del gran Mick Bloomfield y Nick Gravenites pudieran fecharlo en los primeros tiempos de la banda, aunque es mejor pensar que otros temas pudieran ser de épocas posteriores.
Aún así, aunque se trate de un "grandes éxitos" o un collage tomado de diversos momentos temporales, lo que no se le puede negar al disco es ser una demostración de Blues, Rock y Soul de altos vuelos, por lo que merece la pena escucharlo y saborearlo a pesar de la pérdida de noción de dónde y con quién te encuentras.
Blues abrasadores como "I Was Robbed Last Night" permiten apreciar ese toque descarnado del Blues eléctrico con guitarras que te levantan la piel a golpes, o el salvaje momento de "My Baby Wants To Test Me", donde la banda se lanza al vacío para demostrar de lo que estaban hechos.
Los teclados y la percusión se emocionan en las piezas más Soul, con ese aire especial de la Música negra fluyendo por todos lados (son esos momentos de teclados los que hacen dudar de la época de la grabación contrapuestos al piano del gran Barry Goldberg) y las voces ayudan y mucho a conseguir esa textura que hace que la melancolía impregne unos temas donde la banda parece retenerse un poco. Cuando quieren recrear un poco de funky se quedan cortos y eso se nota, como en "I Found Out" y "Losing Game", quizás los dos intentos fallidos.
Son los tres temas en directo, con vientos y eléctricas compartiendo protagonismo, en los que la banda se encuentra a sus anchas, "I Should Have Left Her", You Don't Realise" y "Groovin' Is Easy", ésta última el mejor fin de fiesta que se podía esperar del disco, con un Bloomfield demencial; tres temas que superan de largo las versiones de estudio y en los cuales The Electric Flag deja claro que pudo ser lo que quisiera, a pesar de no ir tan lejos como hubieran deseado.
Un disco para disfrutar de la buena Música, realizado por músicos sublimes que sabían lo que era amar y mamar de lo que era la base de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario