Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Deep Purple (Fireball) 1971
No voy a reivindicar nada de una época gloriosa del Hard, y menos de la etapa más excitante y de calidad de Deep Purple haciendo ese estilo que manejaban como querían.
No creo que sea necesario porque la producción habla por sí misma, y ese quinteto que conocemos de memoria dejó un legado irrepetible; sin embargo, siempre me han cabido dudas sobre el pensamiento de los seguidores del grupo sobre este "Fireball", un disco que apareció tras una obra de arte y delante de lo más emocional de la banda.
Es evidente que no es la joya de los Purple, pero no es (como mantienen muchos popes) un disco menor. Si se toma en su conjunto le perjudica el cómo y cuándo, eso está claro, pero escuchándolo sin prisas y sin contar con el hecho de que muchos de sus temas eran apartados de los conciertos en vivo de la banda, la cosa cambia.
Ciertos temas del disco son un cambio más que claro dentro de su propio estilo, y en algunas ocasiones el salto al vacío manteniendo la esencia pura del Hard pero adentrándose en otros caminos, son una bocanada de aire que en mi caso agradezco y mucho.
Temas como "Demon's Eye" me golpean los sentidos de una manera tremenda, mucho más que la cabalgada inmisericorde que da título al disco, porque esos riff pesados y cortados a cuchillo son el estilo con nombre propio.
También se marcan una delicatessen que creo se comprendió poco o nada, como "Anyone's Daughter", con algunos guiños al Prog. de antaño y una banda sublime haciendo lo que no debe ser el estilo y que sin embargo termina en una belleza (la guitarra de Ritchie acaricia la piel, la voz de Gillan pasada de rosca es una demostración de control vocal, y las manos de Lord al piano...)
Lo dicho, no es el mejor disco del mítico Mark II, pero es un trabajo del que se puede sacar esa parte que el propio grupo ocultó en demasía y que a veces, ya pasado el tiempo y el espacio, florece como lo que es, un gran disco de Hard Rock hecho por la banda que mejor representó en esencia al estilo.
Ritchie Blackmore guitarra. Ian Gillan vox y percusión. Roger Glover bajo. Jon Lord teclados. Ian Paice batería y percusión.
A: Fireball; No No No; Demon's Eye; Anyone's Daughter
B: The Mule; Fools; No one came
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