Desde el lugar donde lo prohibido comienza a tener sentido
Harumi (Harumi) 1968
La influencia de todas las Músicas y estilos de calidad en los artistas japoneses es un hecho que nadie puede negar, y desde la apertura del país al mundo, una vez superado el lastre de la segunda guerra mundial, esta influencia y lo que significa fueron haciéndose cada vez más notorias.
No obstante, el toque personal que estos artistas dan a la Música que crean es algo indudable, y eso es lo que les hace (cuando de calidad hablamos) diferentes y emocionantes.
Harumi es uno de esos artistas más que influenciado por la Música que llegaba de los lugares donde se creaban los sonidos que movían el mundo, y en su obra homónima deja bien claro esto.
Doble disco de pura Psycho ambientada en lugares donde la imaginación es libre y viaja a sus anchas pero con dos características bien diferenciadas, que corresponden a cada uno de los discos. De hecho parece una obra realizada en dos partes y unida para salir a la luz como el doble trabajo que se entrega.
En el primer disco, no se anda con muchas transgresiones y se dedica a realizar una Psycho muy USA, en ocasiones incluso peca de inocencia en sus planteamientos, como si jugara sobre seguro, y aunque el resultado no es nada malo, se deja entrever la posibilidad de haber ido un poco más allá. Las guitarras tienen una importancia capital en los temas, pero no deja de ser un trabajo que podrían firmar muchos de esos grupos que nacieron en el país donde esta Música se implantó casi como una forma de vida. La creatividad en este sentido está marcada por lo que Harumi conoce y no inventa nada que no esté sabido.
Otra cosa es el segundo disco. De pronto todo se transforma, y el universo del artista se convierte en un mundo al margen de la lógica donde la imaginación se desborda y la capacidad creativa surge a borbotones. Un tema por cada cara que además se convierten en obras enormes que no se detienen ante nada; la cara A, descomunal, son 24'01'' de éxtasis mental, con la integración de instrumentos tradicionales japoneses que dotan a la obra de una singularidad y belleza maravillosa, mientras el artista se dedica a pasear por el tiempo y acompañantes del mismo llenan el espacio recitando, cantando, inventando. La cara B, "Samurai Memories" con sus 18'11' de duración, consigue ser tan épica como intimista, abundando en la preciosa simbiosis entre instrumentos del Rock y los tradicionales, llevando la Psycho a un extremo realmente sugerente.
Demasiada diferencia entre los dos discos, pero en general una obra que merece la pena por lo que sorprende y lo que destila.
Harumi todos los instrumentos, compositor, arreglos e imaginación.
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