Lacera mi piel cuando su aroma penetra en mis sentidos. Pone mi alma en vilo y sin embargo el placer anida en mi mente al escucharla.
Es lo que soy más allá de la tenebrosa senda de lo mundano. Lo que me hace sentir y no seguir esa marca que mis pies se niegan a reconocer.
Atrapado entre sus brazos, los sones que anhelo me visitan cuando la escucho, sintiendo lo que nadie, jamás, podrá alcanzar.
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