La Música es eterna (perdón, la buena Música es eterna) y la sensación de que sobrevuela nuestras mentes siempre está ahí, al menos para mí.
En lo referente a los temas, algunos de ellos son eternos como las notas que los sustentan, y en eso un buen tema no sabe de tiempos ni de espacios, de décadas ni de momentos, porque simplemente sobrevive a todo lo que le llega.
Me pierdo cuando escucho una maravilla que me llena, da igual donde esté y lo que suponga, no importa lo que pueda dar a entender. Es esa sensación que me absorbe, que me hace saber que me va a embaucar y llevar hasta donde quiera.
Cuando esos sonidos sobrevuelan el ambiente, los percibes y haces tuyos, nada es igual. Durante unos instantes sabes que la magia existe, que todo puede ser real, que es posible, y jamás te pierdes, porque ya estás perdido en la inmensidad de lo maravillosamente bello.
Es evidente que el momento, las cervezas en situaciones especiales, la emoción de una sonrisa y una mirada delante tuya hacen mucho (como el motivo de esta entrada que raya el absurdo) pero nada puede superar la Música cuando hace que todo, absolutamente todo, tenga sentido.
La Música consigue que los momentos especiales lo sean aún mas y que sean recordados cada vez que suena esa melodía, magia, magia, magia...
ResponderEliminarBesos.
Lo eterno a través de los sonidos que nos llenan el alma.
EliminarBesos