La amo porque siento que es lo único que libera mi mente. Escucharla provoca la capacidad de pensar, de sentir, de saber que puedo tener conocimiento. Eso es lo especial cuando mis sentidos se ponen en guardia al percibir una melodía.
No es que me sienta diferente, es que me siento yo mismo, y eso es lo mejor que me ha ocurrido nunca, porque al final las miserias y lo que sacas de todo terminas comiéndotelo solo y ella siempre está ahí cuando el trago es amargo o necesito pasarlo si el cuello se estrecha mucho.
Amo la Música, quizás sea una insensatez amar de esta manera, pero no se me ocurre nada mejor para poder expresarme.
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