Sucesos paranormales o cambios en la manera de entender ciertos movimientos de finales de siglo, sea como fuere...
Suede (Suede) 1993
Paranormal o no, lo que sí se demostró como un suceso fue la aparición en el mundo de los sonidos del grupo Suede, acompañado por este su primer vinilo que arrasó en aceptación por crítica y público.
No dudo que lo que en la época se llamó Rock Alternativo y que en las Islas siempre han sabido vender (bueno, en el mundo anglosajón en general) comenzaba a demostrarse como una manera de entender la Música con sonidos buscados que se alejaban de lo convencional (lo que llevaba siendo convencional década y media, claro) pero si lo convencional era volver a sensaciones que se escapaban de la norma rígida y estricta... ya se había hecho muchas décadas antes.
Aún así, el disco de Suede tiene algo que atrae, será el sonido conseguido en estudio que te envuelve y parece echarte de su lado al mismo tiempo, será la atracción de la ambigüedad que vendían desde la portada (marketing e ideas por igual, creo yo) será esa voz penetrante de Brett Anderson que te sugiere esa misma ambigüedad y te hace levitar, serán (y creo que es esto sobre todo lo demás) las composiciones desgarradas y desnudas de artificios que a veces duelen y en ocasiones dan ganas de abrazarlas, porque al final es un muy buen disco de Pop Rock que en sus momentos oscuros llega a lo más alto, especialmente con la guitarra queriendo cargarse la garganta y ella a su vez deseando arrancar las cuerdas de cuajo.
Buenas composiciones y un sonido áspero, que me gusta, lamentos en cada estrofa y una descarga de ritmo que no se va por las nubes pero mantiene los temas con una facilidad digna de elogio. No sé si corresponde o no el resultado a las ventas y lo que supuso, la verdad es que no me importa, pero "Suede" es un disco que entra sin esfuerzo, con el sonido de los noventa en la calidad que ya se iba haciendo patente en ciertos cambios y giros de estilo, y escuchar Música siempre es un placer, lo que puede hacerse con este trabajo.
Bernard Butler guitarras y piano. Brett Anderson voz. Mat Osman bajo. Simon Gilbert batería.
SIDE ONE: So young; Animal nitrate; She's not dead; Moving; Pantomime horse
SIDE TWO: The drowners; Sleeping pills; Breakdown; Metal Mickey; Animal lover; The next life
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