sábado, 31 de agosto de 2019

Música



Palabras que erizan la piel, que llenan la imaginación a través del deseo, letras que se unen para crear todo aquello que los sentidos suponen.

Así crea y recrea lo que pido, lo que anhelo, lo que siento, todo aquello que me hace ser, sentir y desear más allá de la realidad en la cual vivo.

Es un nombre en la distancia, una parte de la imaginación que me llena, un poco de todo lo que quiero y no tengo, de aquello que puedo suplicar y me llega, esos pedazos de mí que no busco porque temo, y sin embargo lo tengo tras esos espacios infinitos que nos unen.

Delicado, sutil, enhebra la aguja de los sentimientos y recorre con ella la tela que le dispongo para que, a su antojo, pueda elevarme hasta lo más alto, donde soy suya tanto como mía, el lugar en el cual somos sin temor a nada, a nadie, sin disturbarnos por los que no entienden, preguntan o discrepan, allí, en ese lugar de sueños imposibles que acerca a la realidad tanto como mis mañanas.

Un Suspiro, Un deseo.

Seguimos suspirando, deseando, sueños imposibles, deseos prohibidos, seres que traspasan la realidad por un vínculo invisible que va más allá del propio pensamiento, alguien que es, a pesar de todo, una exquisita manera de compartir lo que supone.

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